¿Prefiere los animales a la gente? La gente.
¿Es usted cruel? Pero sin el talento necesario.
¿Tiene muchos amigos? Me temo que sí.
¿Qué cualidades busca en sus amigos? ¿Buscar? Ninguna.
¿Suelen decepcionarle sus amigos? Nunca.
¿Es usted una persona sincera? Por supuesto que no.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Depende del periodo de mi vida,
actualmente veo bastantes videos de multiherramientas o de peña construyéndose
cabañas en el bosque o de análisis de piezas musicales del romanticismo. Antes
he leído bastante. ¿Beber cervezas con amigos se considera tiempo libre?
Entonces eso.
¿Qué le da más miedo? Yo.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La manera en que hemos dejado
que el fascismo normalice sus discursos de mierda en nuestra cara.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa,
¿qué habría hecho? Durante al menos parte de mi infancia y adolescencia, a mi familia
y a mí se nos iba el tiempo en sobrevivir. No he visto creatividad comparable a
esa. Lo de ser escritor es un subproducto. Los artistas no tienen, en absoluto,
el monopolio de la creatividad.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico? No.
¿Sabe cocinar? Bastante bien, creo.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos
artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Gabriela Wiener.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? “Cerramos ya, pero os podéis
quedar.”
¿Y la más peligrosa? “Cerramos ya, pero os podéis quedar.”
¿Alguna vez ha querido matar a alguien? Muchas veces.
¿Cuáles son sus tendencias políticas? Izquierda brilli brilli.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Joven.
¿Cuáles son sus vicios principales? Cerveza, internet.
¿Y sus virtudes? Adaptación.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema
clásico, le pasarían por la cabeza? Todas las veces que intentaron enseñarme a nadar
y dije que no.
T. M.