lunes, 28 de febrero de 2022

Entrevista capotiana a Beatriz Roger y Luiso Soldevila

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Beatriz Roger y Luiso Soldevila.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?

Luiso: Escogería Llafranc, y no lo digo para hacer publicidad de la novela, simplemente es mi lugar preferido del mundo. Eso sí, necesitaría que mis seres queridos también estuvieran allí.

Bea: Llafranc también. Aunque he de confesar que la mera idea me horroriza. Imagino que no poder abandonar un lugar debe hacer que lo aborrezcas con el tiempo. Y, como die Luiso y alguien famoso escribió, no se añoran los sitios sino los tiempos. Así que son más importantes quienes nos acompañan en los sitios que estos en sí mismos.

¿Prefiere los animales a la gente?

Luiso: Me encantan los animales, pero sin duda me quedo con las personas. Aprendo diariamente de ellas. Para bien o para mal, no dejan de ser un espejo de uno mismo. No hay nada como una conversación en familia o amigos.

Bea: No. Prefiero a la gente. Es un reto mucho más interesante. Los animales son maravillosos y su compañía suele ser dulce y fácil. Pero las personas…eso son palabras mayores.

¿Es usted cruel?

Luiso: Uy, esto tendrían que contestarlo otros, aunque supongo que he podido llegar a serlo en algún momento, pero no me considero una persona cruel, todo lo contrario.

Bea: Estoy convencida de que no lo soy. Otra cosa es aceptar que en algún momento y circunstancia pueda haber causado dolor, algo inevitable. Pero cruel, no.

¿Tiene muchos amigos?

Luiso: Sí, tengo amigos, buenos amigos. Aunque cada vez soy más consciente de que los de verdad se pueden contar, siendo generoso, con los dedos de una mano.

Bea: Como dicen, muchos conocidos, bastantes relaciones y pocos y buenos amigos. Los amigos son un lujo. La edad te hace comprender en mayúsculas qué es la amistad.

¿Qué cualidades busca en sus amigos?

Luiso: Sobre todo que sean ellos mismos y que me quieran por quien soy. Y que estén a mi lado en los momentos difíciles pero, especialmente, cuando me pasan cosas buenas y que se alegren por mi, como ahora con la novela.

Bea: Que nos queramos, que nos riamos tanto como podamos, que me acepten como soy y que me dejen ser pues… eso, quien soy. Y que me acompañen en las buenas y las malas. Como dice Luiso, los buenos amigos no solo lloran con uno sino que se alegran por tus éxitos, pequeñas victorias o bienestar.

¿Suelen decepcionarle sus amigos?

Luiso: No, la verdad es que en general no, tengo suerte con mis amistades. Aunque supongo que alguna vez si me han decepcionado, como probablemente yo he decepcionado a otros. Es parte de la vida ¿no?

Bea: Alguna vez. Pero muy pocas. Y no debían ser amigos ¿no? Seguro que yo sin querer también he decepcionado a gente. Es tan humano. De hecho cuando nos sentimos decepcionados , deberíamos distinguir si es porque alguien no ha cumplido con nuestras expectativas o si realmente nos han dañado a sabiendas. Es distinto.

¿Es usted una persona sincera?

Luiso: La mejor almohada es una conciencia tranquila. Procuro serlo.

Bea: Lo intento. Y pienso que sí. Pero deberían decirlo otros.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?

Luiso: De muchas maneras, pero especialmente: en familia, haciendo deporte, leyendo un libro, viendo una serie y si es posible, viajando.

Bea: me encanta leer, pasear cerca del mar, conocer sitios nuevos y viajar. Ver series nórdicas (que son mis favoritas) en alguna plataforma y buen cine pero, sobre todo y muy por encima, de lo demás, disfrutar de la familia.

¿Qué le da más miedo?

Luiso: Los aviones, no me gustan nada, pero lo supero cogiéndolos.

Bea: Todo lo que está vinculado con el mero hecho de existir y sus riesgos. Los GRANDES miedos. Todo lo otro, se supera.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?

Luiso: Las injusticias y los abusos son lo que peor llevo. Suelo sufrir por la gente que sufre.

Bea: La maldad. Causar daño a otros seres humanos, animales o al planeta. La violencia.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?

Luiso: Ante todo, gracias por llamarme escritor, todavía me resulta raro, pero me gusta. De no haber tomado mi vida estos derroteros, llevaría una vida igualmente creativa. Siempre me ha gustado el entretenimiento, por eso me dedico al cine, otra de mis pasiones y actualmente trabajo en A Contracorriente Films, donde estoy aprendiendo y disfrutando un montón del sector cinematográfico.

Bea: Me hubiera dedicado a seguir, como hago, con mi profesión. Soy directora y terapeuta en un pequeño centro ambulatorio que se dedica a la rehabilitación de personas con problemas de adicción. Me encanta mi trabajo. Soy una privilegiada y aprendo cada día. Me permite conocer los rincones más oscuros, los momentos más tristes y el resurgir de la gente, en plan ave Fénix.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico?

Luiso: Sí, me encanta el deporte, suelo jugar a tenis, pádel, también disfruto de todo lo relacionado con el mar y practico esquí de montaña en invierno. Todo lo que sea disfrutar del aire libre me gusta.

Bea: Lo que más me gusta es caminar y nadar. El aire libre, la playa y siempre el mar. He esquiado mucho y de niña practiqué bastante los deportes de raqueta. Soy más vaga que Luiso en ese aspecto, que es súper deportista.

¿Sabe cocinar?

Luiso: No mucho la verdad, lo simple, una tortilla, pasta…etc. Por suerte tengo una Thermomix que es mi gran aliada.

Bea: Sí y me encanta. Siempre he disfrutado con la cocina. Aprendí de jovencita en plan autodidacta y en casa siempre he cocinado yo. La familia alrededor de una mesa…comiendo a gusto…no hay nada igual. ¡Somos comilones!

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?

Luiso: Bufff…hay muchos, pero por lo fanático que he sido de los libros y por lo que ha significado para mi generación diría Harry Potter. Aunque admiro y me encanta Kurt Wallander.

Bea: El Quijote, sin duda. Cervantes puso palabras a cosas que de verdad importan en una época impensable para ello y que se mantienen en el tiempo. Como mujer, de adolescente me impresionaron Kira, de “Los que vivimos” y Lara de “Doctor Zhivago”. Y Escarlata. ¿Quién podría olvidarla?

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?

Luiso: AMOR, sin duda.

Bea: Le voy a copiar: AMOR. EN MAYÚSCULAS. De todo tipo. Alguien me dijo que era el pegamento del mundo.

¿Y la más peligrosa?

Luiso: Las MASAS.

Bea: Una idea (cuando solo se tiene una)

¿Alguna vez ha querido matar a alguien?

Luiso: Por suerte no, y mira que escribiendo a veces me tengo que poner en la piel de un asesino…cuidado...jaja.

Bea: No. Rotundamente. Nunca me he enfrentado a un sentimiento semejante. Y eso que podría, je je. Estudié criminología.

¿Cuáles son sus tendencias políticas?

Luiso: Me sabe mal, opinar así, pero pertenezco a esta generación que ha perdido el interés por la política. Ningún partido me llama la atención ni se gana mi aprecio. Si quisiera ver un circo, me iría a uno de verdad. Con esto, no quiero desmerecer a todas las personas que ejercen esa profesión, pero la mayoría debería reflexionar.

Bea: Me considero bastante moderada. Liberal. Los extremos de izquierdas, derechas o de otros tipos, me ponen la piel de gallina. He alternado mi voto según las circunstancias siempre y actualmente soy un poco huérfana política. Yo espero de los políticos una gestión eficaz de nuestros impuestos, un comportamiento que esté a la altura, respeto a la ley e iniciativas eficaces que mejoren la vida de todos. Pero no necesito ni deseo que piensen por mí ni que me eduquen. Creo que últimamente se interviene demasiado en aspectos que pertenecen al ámbito privado y que estamos frente a un “Papá Estado”, preocupado por cómo pensamos, qué hacemos o sentimos. Me preocupa mucho la educación y no me gustan los paternalismos, ni que llamándome pueblo o compatriota me metan en una cajita y me etiqueten. En mi opinión, cada uno puede pensar lo que quiera siempre y cuando, en la acción, haya respeto por todo y por todos. Tengo la sensación de que en la actual política se critican más las ideas que los actos y eso me parece absurdo puesto que las ideas son libres mientras los actos tienen consecuencias.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?

Luiso: Siempre lo he dicho, actor de cine, pero no sé si tengo el talento necesario. Por eso intento colaborar en el sector desde el otro lado.

Bea: Creo que en otra vida me hubieran interesado la arqueología y la historia. Sin duda.

¿Cuáles son sus vicios principales?

Luiso: Pues la comida.

Bea: Uffffffff. ¡No pienso confesar ninguno!

¿Y sus virtudes?

Luiso: Tendrían que contestar otros, pero creo que soy cariñoso y simpático.

Bea: Creo que soy cariñosa también. Y alegre. “Disfrutona” de la vida (aunque al mismo tiempo demasiado sensible) Mi marido me acaba de decir que soy rápida. Ja, ja. No sé muy bien qué significa.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?

Luiso: Mi familia. Que quiero estar con ellos una vez más y abrazarlos para no soltarlos nunca.

Bea: Los míos. Mi gente. Mis cariños. Y seguro que arrepentimientos. Hay que intentar tener pocos. Aunque no es fácil.

T. M.