lunes, 25 de abril de 2022

Entrevista capotiana a Luis Eduardo Barraza


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Luis Eduardo Barraza.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Elegiría vivir en Cayo Sombrero con una buena conexión de internet. Se trata de una pequeña isla paradisiaca ubicada en el Parque Nacional Morrocoy en Venezuela.

¿Prefiere los animales a la gente? Claramente no hay una respuesta políticamente correcta por más que se busque, simplemente puntos de vista (todos ellos respetables, sobre todo si partimos del punto de la biología y nos aceptamos como animales también. No hay vergüenza en eso). Pero si vamos a marcar una diferencia entre animales y humanos diré que no. Prefiero a la gente (aunque la mayoría de ella no se la lleve bien conmigo). Claro está que esto no quiere decir que justifico el maltrato animal, la extinción de otras especies o la destrucción y el desequilibrio medioambiental que hemos producido en el planeta por nuestros torpes intereses y falta de sesos. Sin embargo debemos admitir, desde un punto filosófico y existencial, que hasta no demostrarse lo contrario (hasta no encontrar pruebas verídicas de una inteligencia superior), los seres humanos somos el único medio por el cual el universo a lo largo de 13.800.000.000 de años de evolución ha logrado contemplarse, estudiarse y comprenderse a sí mismo.   

¿Es usted cruel? Cruel es un absoluto. Incluso las personas más crueles de la historia han tenido momentos de amabilidad y han mostrado su lado sensible. En lo que respecta a si yo he sido cruel alguna vez en la vida tendría que responder que sí, que varias veces he sido cruel y para nada me enorgullece.

¿Tiene muchos amigos? Pocos.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Las pocas amistades que tengo o he tenido creo que se han gestado en base a la admiración que siento por ellos. Por sus logros tanto en el ámbito artístico como en el de la vida en general. A pesar de esto, diré que sí me he alejado de algunos debido a su carácter polémico por ejemplo. No me gustan las amistades que buscan crear discordia en la mayoría pudiendo fácilmente evitarlo. 

¿Suelen decepcionarle sus amigos? No muy a menudo. Probablemente por lo que ya he repetido varias veces: tengo pocos. 

¿Es usted una persona sincera? No del todo. Aunque estoy seguro que el más alto grado de sinceridad que he alcanzado es el que tengo con mi mujer. De resto, es una cualidad que se debe graduar. Parafraseando la película Interstellar (2014) de Nolan diré que la sinceridad absoluta no es la forma más adecuada ni diplomática de comunicación con seres sentimentales. 

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Leyendo o viendo películas (las de ciencia ficción son mis favoritas). También me gustaría ocupar mi tiempo libre viajando. Creo que lo disfrutaría mucho. Pero en los últimos años siempre me ha sido difícil.

¿Qué le da más miedo? Morir sin haber realizado un aporte de algún tipo a la humanidad. Que mi existencia no haya tenido ningún sentido. Sea en el ámbito de la literatura o en cualquier otro ámbito. Y bueno, a medida que pasan los años este miedo no hace más que crecer. 

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Quizá lo que más me escandalice sea que en pleno siglo XXI, y a pesar de toda la tecnología, los avances en la comprensión del universo, de la naturaleza y de lo humano, sigamos propiciando guerras, invasiones y sufrimiento por doquier con las mismas escusas y motivos de siempre como estandarte.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Me habría gustado ser físico teórico o astrónomo.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? No actualmente.

¿Sabe cocinar? Sí. En estos momentos me desempeño como cocinero en un restaurante de comida rápida. No se le acerca ni por lejos a un chef, por supuesto, pero creo que al menos me defiendo.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? De ser posible elegiría a Aristarco de Samos. El hombre que 20 siglos antes que Galileo postuló que la Tierra giraba al rededor del Sol y no al contrario como se creía. Todo ello sin más herramientas que la observación y su extraordinaria mente. Creo que junto a Einstein, Newton y Miguel Alcubierre, por nombrar los tres primeros que se me vienen a la mente, es un ejemplo realmente sorprendente del prodigio y la genialidad humana. 

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Tú.

¿Y la más peligrosa? Yo.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? De niño a muchos. De adulto a muchos menos.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? La verdad trato de inmiscuirme lo menos posible en asuntos políticos. No obstante, por ser venezolano y estar viviendo en el extranjero contra mi deseo es bastante predecible que repudie la izquierda latinoamericana. La situación que hemos padecido durante los últimos años ha creado en la gran mayoría de nosotros una especie de segunda piel que siente una inmediata aversión hacia todo lo que tenga que ver con socialismo o comunismo. Pero más allá de eso creo que ahora siento un gran desinterés por la política en general. Con el paso de los años me he dado cuenta que es una realidad eso que desde siempre se ha dicho: los políticos son todos iguales sin importar el partido al que pertenezcan o la ideología que prediquen.  

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Una inteligencia alienígena de NGC 4594, mejor conocida como la Galaxia del Sombrero. De serlo tendría la oportunidad de apuntar mi telescopio hacia acá y ver qué sucedía exactamente en la Tierra hace 29 millones de años antes de la aparición de los humanos.

¿Cuáles son sus vicios principales? Soy adicto a mi computadora. Desde que me despierto hasta que me voy al trabajo haciendo cualquier cantidad de cosas en ella. Desde leer o escribir hasta ver películas, series o escuchar música. También admito que me gusta el futbol (verlo, no jugarlo) mucho más de lo que desearía. Se podría decir que es un pequeño vicio. Afortunadamente (y me alegro en el fondo de que sea así) estos vicios (¿aceptables? ¿poco perjudiciales?) compensan el hecho de apenas ingerir alcohol en ocasiones especiales y nunca haber fumado ni usado drogas.

¿Y sus virtudes? La constancia podría ser una. Cuando de verdad me propongo algo que hacer o conseguir persisto sin importar los tropiezos hasta lograr la meta. Creo que esto para un escritor es fundamental. Escribir debe ser para uno un oficio, no un pasatiempo.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Seguramente la de mis padres.

T. M.