Quién es más fidedigno a la hora de hablar de la trayectoria vital de alguien concreto: ¿el propio protagonista, mediante sus memorias, su autobiografía, su diario, sus entrevistas, o el investigador que documenta una vida mediante una biografía? El primero puede elegir sus recuerdos, o contarlos como quiere; el segundo se debe a los hechos y a las pruebas. Pues bien, he aquí un surtido de libros de estos géneros que inciden en el pasado de unas personalidades que, sin duda, resultarán interesantes.
Y tal vez nada mejor que empezar con Maria Stepanova a raíz del título de En memoria de la memoria (Acantilado), en que escribió sobre sí misma al tiempo que examinaba el pasado ruso. Tras la muerte de una tía suya, la autora se encarga de vaciar un apartamento lleno objetos personales que hablan de una familia judía, cuestionando si los recuerdos inventan lo que queremos decirnos a nosotros mismos.
En esa línea de inevitable trasfondo político cabe mirar Correspondencia d’exili (Abadia de Montserrat), de Josep Carner y Miquel Ferrer. Se reúnen aquí las cartas conservadas entre el escritor y el político, los cuales se conocieron en México tras la Guerra Civil –Ferrer había sido encarcelado por su actividad política–, donde ambos se habían exiliado.
Este es un contexto parecido al que Víctor Amela presenta en su novela biográfica Si yo me pierdo (Destino), en que Federico García Lorca, que sería otra víctima de la guerra, llega a Cuba procedente de Nueva York en 1930. Allí permanecería tres meses, disfrutando de lo serían, según sus propias palabras, «los días más felices de mi vida».
Siguiendo con la reciente historia de España, «quizá empecemos a apreciar ser hijos de la transición más que nietos de la guerra civil», dice Sergio del Molino en Un tal González (Alfaguara). Son páginas en que se narra esta fase política siguiendo el hilo biográfico de aquel que ganó las elecciones generales de 1982, Felipe González, que acaba de cumplir 80 años.
Otro personaje que sufrió la dictadura en sus propias carnes fue José Hierro, que de 1939 a 1944 pasó por la cárcel por pertenecer a una red de ayuda a los presos. Del poeta se publica, en edición de Lorenzo Oliván y Jesús Marchamalo, Biografía y antología de José Hierro (Nórdica), que además de aportar poemas del autor cubre un vacío bibliográfico, dado que no existían biografías de Hierro hasta la fecha.
Y de un poeta a otros dos. Por un lado, tenemos Pasolini. El último profeta (Tusquets) de Miguel Dalmau, sobre este escritor y cineasta italiano que, tras una difícil niñez y adolescencia, se convertiría en un gran intelectual y en todo un artista transgresor (este 2022 ha sido el centenario de su nacimiento). Por otro lado, ha visto la luz Vencer el miedo. Vida de Gabriel Ferrater (Tusquets) / Vèncer la por. Vida de Gabriel Ferrater (Edicions 62), de Jordi Amat, sobre otro gran literato que tanto destacó también como traductor y editor.
Realmente, las biografías sobre escritores son continuas en nuestro panorama editorial. Al más insigne narrador en lengua española le ha dedicado un libro voluminoso Santiago Muñoz Machado: Cervantes (Crítica), en el cual se usa la propia obra del alcalaíno para arrojar luz sobre su vida, lo cual ha sido completado añadiendo investigaciones y hallazgos de muchos autores, desarrollados durante más de un siglo y medio.
Lector cervantino sería el genial autor al que le ha dedicado un libro Francisco Fuster, Julio Camba. Una lección de periodismo (Fundación José Manuel Lara). Se trata del considerado mejor corresponsal en el extranjero durante las primeras décadas del siglo XX, y en verdad que sus crónicas son tan humorísticas como iluminadoras.
Desde luego, también abundan los libros de novelistas que indagan en su propio pasado. Ha sido el caso de Zoé Valdés, que en La intensa vida (Berenice) echa la vista atrás y rememora su Cuba natal y los inicios de su pasión por la escritura, así como sus ansias de libertad dentro del régimen castrista.
Asimismo, se puede seguir conociendo cómo fue el día a día de Rafael Chirbes gracias a Diarios 3 y 4 (Anagrama), segunda entrega de los diarios de este prestigioso narrador que recoge textos escritos entre 2005 y 2007; un tiempo difícil para él, pues incluso se llegó a plantear dejar la literatura, si bien acabaría escribiendo su novela más exitosa, Crematorio.
Desde un punto de vista histórico podemos disfrutar de biografías como estas dos que nos remiten a sendos individuos tremendamente famosos. Una es Isabel. Vida de una reina, 1926-2022 (Planeta), de Robert Hardman, un trabajo monumental escrito por el biógrafo de referencia de la familia real inglesa. Se cuenta ahí cómo Isabel II alcanzó el trono en 1952, se enfrentó a crisis constitucionales y fue testigo de las idas y venidas de sucesivos primeros ministros.
El otro volumen al que hacíamos referencia es Julio César (Desperta Ferro), en el cual Patricia Southern sumerge al lector en las últimas décadas de la República romana, con este líder en plenas campañas en la Galia o en la guerra civil contra Pompeyo y los optimates; todo lo cual le llevaría a combatir desde Egipto hasta Hispania, y a intimar con Cleopatra.
Y acabemos con un par de novedades que remiten al mundo de la imagen. Así, disponemos de No serà fàcil: Joana Biarnés, una fotògrafa en un món d'homes (La Campana), de Jordi Rovira, que se ha encargado de retratar la exitosa carrera de la primera mujer fotoperiodista de España. Una vida la suya en verdad extraordinaria en la que captó los años del franquismo o a figuras como Dalí, Lola Flores, Serrat, Orson Welles o los Beatles.
Un libro este sin duda interesaría a una personalidad de la moda y los iconos populares como Giorgio Armani, que conversa junto a Paola Pollo en Los tontos nunca son elegantes (Elba). En el libro, el célebre diseñador y empresario habla sin tapujos de sus colegas, del dinero, del éxito y la fama, de este presente nuestro saturado por las apariencias tras cuarenta años de andadura profesional. Toda una vida que recordar y contar, eligiendo lo digno de traer al presente.
Publicado en Cultura/s, 17-XII-2022
