miércoles, 21 de diciembre de 2022

Entrevista capotiana a Anabel García

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Anabel García.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Cualquier sitio donde estuvieran mis hijos.

¿Prefiere los animales a la gente? Hay muchas veces que sí.

¿Es usted cruel? Un rotundo no.

¿Tiene muchos amigos? A veces pienso que tengo demasiados porque no me da tiempo a estar con todos tanto como me gustaría.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Sobre todo la sinceridad y la lealtad.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? Como todo en la vida, la amistad no está exenta de decepciones. Sobre todo cuando das mucho y esperas recibir algo parecido. Al final aprendes que cada uno da lo que puede y no hay que esperar nada de nadie. Así cualquier cosa que hagan por nosotros será un presente.

¿Es usted una persona sincera? Me considero muy sincera, sí.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Me encanta leer. Es mi pasión.

¿Qué le da más miedo? La muerte de un ser querido.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La corrupción de nuestros políticos.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? No me imagino una vida sin escribir.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Pilates y yoga. Es fundamental mantener cuerpo y mente en forma.

¿Sabe cocinar? Sé cocinar muy bien, pero no me gusta demasiado.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Elegiría a Truman Capote, por ejemplo.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Amor. Sin lugar a dudas.

¿Y la más peligrosa? Envidia.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? Sí. A todos los que hacen daño a los niños.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? No creo en los políticos, al menos en los nuestros.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Soy muy feliz siendo lo que soy.

¿Cuáles son sus vicios principales? No tengo vicios, seré muy aburrida.

¿Y sus virtudes? Creo que mi mayor virtud es mi generosidad. Me siento feliz dando cosas a los demás.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Creo que lo único en lo que pensaría sería en buscar una salida y si no la hay, en mis hijos riendo. Esa sería la última imagen que querría tener en mi mente antes de morir.

T. M.