sábado, 8 de abril de 2023

Entrevista capotiana a Antonio Runa

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Antonio Runa.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? El confinamiento pandémico nos ha enseñado que vivir en el lugar ideal, sin poder salir de él, puede convertirse en una celda. Si tu deseo es encerrarme por algo que haya hecho, supongo que Bolson Cerrado podría estar bien. Con conexión a internet, a ser posible, y enchufes españoles. Y todas mis pertenencias (y las de Bilbo, ya puestos). Aunque antes me gustaría saber por qué me encierras allí.  

¿Prefiere los animales a la gente? No, hombre. Siempre, no.

¿Es usted cruel? No. Pero puedo llegar a serlo. Con gente que se lo merezca o haya sido cruel conmigo. No he sido cruel de gratis en mi vida. Aunque puedo recordar un par de ocasiones donde lo fui, y me gustó serlo. Formaba parte de una venganza y de una lección que una persona clamaba a gritos. Estuvo bien. El plato que se sirve frío de los klingon, ya sabes.

¿Tiene muchos amigos? Sí. Y si la pregunta se refiere a amigos de verdad, sí. Por supuesto. Y de los otros, también. Pero la amistad, aunque sea verdadera, no es para siempre. Esto es así. La distancia y el poco trato lo deteriora todo, y los malentendidos están al orden del día. Tu amigo de hoy, puede ser un desconocido mañana, incluso un enemigo. Tener muchos amigos hoy, no implica necesariamente que vayas a conservarlos toda la vida.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Buscar cualidades en la gente es un ejercicio de esnobismo. ¿Acaso uno es perfecto? No se busca a los amigos, te los encuentras y los aceptas como son. Yo tengo amigos con pocas cualidades, y los quiero mucho. Obviamente, valoro muchísimo la lealtad y la franqueza. Decir las cosas sin tapujos, mirando directamente a los ojos, a ser posible. No soporto la hipocresía, las medias tintas y las gilipolleces en general. Si tienes algo que decirme, dímelo. La comunicación es el mejor combustible para la amistad.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? No. Pero alguna vez, ocurre. Raramente.

¿Es usted una persona sincera? Absolutamente sincero y directo. Puede que demasiado, y me ha generado no pocos problemas en la vida. Vivimos en unos tiempos donde parece más importante aparentar que ser. Por ello la sinceridad honesta y honrada puede estar mal vista en muchas circunstancias. Procuro, no obstante, no convertirlo en desconsideración. Decir según qué cosas puede hacer daño, aunque sea la verdad. Mucha gente confunde sinceridad con impertinencia. Si una persona no te ha pedido una crítica constructiva, y tu opinión es negativa, guárdatela.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Tengo muchas aficiones y hay demasiadas cosas en la vida que me apasionan. Me gusta picotear un poco de aquí y allí. Sin hartarme de nada. No hay una preferencia.

¿Qué le da más miedo? La desaparición de un ser querido y la duda de dónde pueda estar o si sigue o no con vida. El drama del ser secuestrado es una situación que, sólo de imaginármela, no puedo soportarla.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Los dejes fascistoides de ciertas actitudes progres actuales. Creo en la libertad y en la igualdad por encima de todo. Por ello, el modo de luchar de determinados grupitos extremistas se me antoja inadecuado. La libertad debe ser una invitación, no una imposición.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Me considero, hoy por hoy, más podcaster que escritor. Si me quitas ambas cosas, aparte de caerme bastante mal, supongo que sólo me dejarías una opción: Resignarme y volver a un trabajo como aquél del que logré librarme.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Ahora mismo, no mucho. Pero eso va a cambiar pronto. Me lo llevo diciendo ya un tiempo. Acabará siendo cierto.

¿Sabe cocinar? ¿Coci… qué?

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Me gustaría que aceptaran un artículo de un personaje de ficción, y tendría que ser Batman.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Tiempo. Aunque es una palabra muy severa, más justa y poderosa que la justicia o el destino. Pero es el remedio para todo. Si se acepta con paciencia, te hace invencible.

¿Y la más peligrosa? Fanatismo. Las ideas más puras y evolucionadas se pueden echar a perder si un grupo de exaltados lo lleva demasiado lejos.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? Claro, como todo el mundo. A algún jefecillo prepotente que me amargó la vida, o viendo ciertas injusticias en el noticiario o en los videos virales, con el desalmado responsable de turno saliendo de rositas. Dura poco y no es verdad del todo, porque en el fondo no quieres matar en el amplio y estricto sentido de la palabra. Escribo mucho sobre ello, así que debo pensar mucho sobre ello, y no creo que matar a alguien sea algo sencillo. Ponerle las manos alrededor del cuello y apretar mientras te mira a los ojos. Ahora bien, si todo el mundo tuviera una libretita negra que un demonio japonés ha puesto en sus manos, y fuera tan sencillo como apuntar el nombre, visualizar la cara de la persona y entonces muriera… Uf, la Humanidad se reduciría peligrosamente.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? No voy a hablar abiertamente sobre esto.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Qué fácil es soñar. Soñaré. Director y guionista de cine, en plan Nolan o Tarantino. Piloto de Fórmula 1 en una escudería competitiva. Multimillonario jubilado.

¿Cuáles son sus vicios principales? Comer y beber. Maldita sea.

¿Y sus virtudes? Cuando me meto en algo en serio, me meto muy, muy en serio.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? No sé, supongo que preocupación por imaginar qué va a ser o qué va a sentir tal o cual persona cuando se entere de que he muerto. Aunque en esa situación, nadie piensa generosa y altruistamente, el cerebro reptiliano sólo piensa en oxígeno, en salir a la superficie o lo que sea. Respirar, coño, respirar.

T. M.