miércoles, 4 de diciembre de 2013

Entrevista capotiana a Pablo Fidalgo Lareo

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Pablo Fidalgo Lareo.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Palermo.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero a la gente animal.
¿Es usted cruel?
Sí.
¿Tiene muchos amigos?
Ninguno.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Lucidez y genialidad.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Una y otra vez, igual que yo a ellos. Suelo exigir lo que no puedo dar.
¿Es usted una persona sincera? 
No, rechazo a los sinceros, a los evidentes y a los biempensantes.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
No sé lo que es el tiempo libre, eso es para los funcionarios.
¿Qué le da más miedo?
Los parques de atracciones.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Nada me escandaliza. Bueno, el idiota de Carlos Boyero.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Matarme.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Fútbol, fútbol sala y ping pong, los deportes perfectos.
¿Sabe cocinar?
Cocinar es de pobres.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Durruti o Simone Weil.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Violencia.
¿Y la más peligrosa?
Multicultural, transdisciplinar, esas mierdas...
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Sí, es un deseo continuo, casi una responsabilidad.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Soy anarquista. Por un lado queremos vivir en el comunismo, por otro queremos propagar la anarquía (Tiqqun).
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Futbolista profesional.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Comprar libros y películas, sin medida. Y ver la tele.
¿Y sus virtudes?
Responder sin ironía. 
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
No me parece una pregunta a la altura de la entrevista, pero me parece bien morir ahogado.

T. M.