lunes, 21 de noviembre de 2016

Entrevista capotiana a Toni Quero

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Toni Quero.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Alguno cercano al mar.
¿Prefiere los animales a la gente?
Los prefiero por igual, pero en pequeñas dosis.
¿Es usted cruel?
Intento no serlo.
¿Tiene muchos amigos?
Pocos, los amigos de verdad no pueden ser muchos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
La sinceridad y el sentido del humor
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
A los amigos de verdad, uno les perdona todo.
¿Es usted una persona sincera? 
Lo intento.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
En leer, ir al cine, al teatro, a conciertos, etc. En general, cualquier propuesta cultural me resultante interesante, el gran problema es la falta de tiempo para poder asistir a todas las que quisiera.
¿Qué le da más miedo?
La intolerancia.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La desigualdad social
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Me gano la vida trabajando en el mundo editorial y la gestión cultural, así que seguiría en ello; intentar llevar una vida creativa, desgraciadamente, no significa vivir de ella.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Intento ir a nadar siempre que puedo, que es prácticamente nunca.
¿Sabe cocinar?
No moriría de inanición, pero si quisiera impresionar a alguien la llevaría a comer fuera.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A algún viejo lobo de mar, si es que tal cosa aún existe.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Vacaciones.
¿Y la más peligrosa?
Los participios, lucho constantemente por no elidir la letra d.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Sí, pero dejo que el tiempo haga sus trabajo.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Todas aquellas que defienden al 99% de la población que son el 1% de las propuestas.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Heredero de Amancio Ortega.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Quitarme los zapatos nada más entrar en casa.
¿Y sus virtudes?
Nunca olvido calzarme al salir.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Pensaría que debería haber ido más a la piscina.

T. M.