En 1972, Truman Capote publicó un
original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló
«Autorretrato» (en Los perros
ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con
astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus
frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman
la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de
la vida, de Emma Vilarasau y Montse Barderi.
Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Emma Vilarasau (EV): Un jardín, un jardín
Mediterráneo con sus lugares de sol para el invierno, sombra en verano y un horizonte que contemplar.
Montse Barderi (MB): Un hogar: con biblioteca,
piano, música, sofás para leer… rodeada de un jardín frente al mar.
¿Prefiere
los animales a la gente?
EV: Me gustaría no tener que escoger, soy capaz de
querer tanto animales como personas, pero si solo puedo quedarme con una
especie prefiero la gente. Me gusta sentirme cuestionada.
MB: Los animales me ofrecen una relación generosa,
gratuita y silenciosa que me es muy necesaria. Su incondicionalidad, absoluta
aceptación es como un bálsamo… pero las personas, algunas, me estremecen, me
ponen en jaque y me descolocan el alma. Con una especie me siento viva y con la
otra a salvo.
¿Es
usted cruel?
EV: Creo que nunca en la realidad, algunas veces de
pensamiento.
MB: La crueldad entendida como ejercer un sufrimiento
gratuito a los demás no la soporto. Alguien que no sólo no sienta lástima por
el dolor de los otros sino que lo provoque me resulta deleznable. Pero que no
sea cruel no significa que no haya hecho daño o lastimado a algunas personas
aún queriéndolo evitar.
¿Tiene
muchos amigos?
EV: La verdad es que no, no tengo mucho tiempo para
cuidarlos y creo que la amistad como el amor precisa de cuidados.
MB: Tengo pocos para poderlos cuidar tan bien como
me sea posible.
¿Qué
cualidades busca en sus amigos?
EV: Sinceridad, empatía, generosidad, curiosidad,
honestidad.
MB: Busco el misterio. No creo en las recetas
anímicas, ni en la deconstrucción del yo. No me interesa una persona que sea 70
por ciento buena, 10 por ciento culta, 5 por ciento alegre... porque podría
hacer un diseño ideal, una fórmula perfecta, con un porcentaje estudiadísimo y bien
podría ocurrir que no la soportara. Pero diría que es necesario que sea buena
persona y que tenga intereses, una alma cultivada sobretodo a partir de cierta
edad. Y a partir de esta base que surja o no el misterio. La amistad es una afinidad sin explicaciones.
¿Suelen
decepcionarle sus amigos?
EV: No, los pocos que tengo no me han decepcionado,
la decepción surge más de la idea equivocada que uno se ha hecho del otro, mis
amigas me sorprenden pero no me decepcionan, suelo aceptar a la gente como es.
MB: No, no suelen decepcionarme por dos razones: los
intocables están fuera de toda duda y soy muy incondicional y del resto espero
poco o nada.
¿Es
usted una persona sincera?
EV: Intento serlo, pero a veces si mi sinceridad no
va a servir más que para dañar sin solución, prefiero ser cortés.
MB: Soy una persona delicadamente sincera, esto significa
que miro de ser el máximo sincera posible dañando el mínimo necesario.
¿Cómo
prefiere ocupar su tiempo libre?
EV: Me gusta trabajar la tierra, me tranquiliza, me
equilibra, me satisface, es un trabajo manual, no intelectual, y la tierra
siempre encuentra la manera de agradecerte el esfuerzo. Me gusta leer, desde
siempre la lectura me acompaña, me gusta cocinar y adoro estar con mi gente,
cuidarlos, vivirlos. No dispongo de mucho tiempo libre y la gente que quiero lo
ocupa casi todo.
MB: leer, escribir, amar y aprender. Por orden: amar, escribir, leer y aprender.
Los dos últimos creo que son sinónimos.
¿Qué
le da más miedo?
EV: Perder a los seres que más quiero. La
enfermedad.
MB: Durante
mi juventud fue convertirme en indigente. A partir de cierta edad mi principal
miedo es morir completamente sola, consciente y aterrorizada. El tercer gran
miedo es no atreverme a vivir aquello sin lo cual la vida pasaría a tener un
vacío constante. Esto último lo he evitado siempre.
¿Qué
le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
EV: La violencia. Nunca he podido entender ningún
tipo de violencia me quedo paralizada cuando algo así ocurre cerca de mi, las
discusiones violentas, los gritos, la violencia física me aterra. Siempre he
confiado en las palabras, cuando estas no sirven no tengo nada.
MB: Me escandaliza la frialdad y la falta de empatía. Aunque
el escándalo está relacionado con la indignación, el exalto, y el asombro y a
mi normalmente las injusticias y la falta de humanidad más que indignarme, me
entristecen.
Si no
hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
EV: De hecho no soy escritora, soy actriz, pero me
aplico la pregunta. Si no fuera actriz, tal vez sería… escritora. Jajajaja.
MB: Hubiera trabajado en algo y
lo más importante: hubiera sido una gran lectora,
una gran espectadora de obras de teatro, una gran melómana, una gran cinéfila,
una gran amante del arte... una gran diletante. Lo he sido tanto como he sabido
y podido. No he sido una gran viajera, tal vez en mi último tercio de vida.
¿Practica
algún tipo de ejercicio físico?
EV: Intento mantenerme físicamente en forma, sobre
todo pensando en el futuro.
MB: Sí, largos paseos y gimnasio tres veces por
semana.
¿Sabe
cocinar?
EV: Sí.
MB: Sí.
Si el
Reader’s Digest le encargara escribir
uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
EV: William
Shakespeare.
MB: Marguerite Yourcenar, Maria-Mercè Marçal, Isabel
Coixet, Virginia Woolf, Juliette Binoche.
¿Cuál
es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
EV: Niño.
MB: Amor.
¿Y la
más peligrosa?
EV: La Fe absoluta. El YO absoluto.
MB: Egoísmo y nihilismo.
¿Alguna
vez ha querido matar a alguien?
EV: Jamás.
MB: Nunca.
¿Cuáles
son sus tendencias políticas?
EV: Soy de izquierdas, si es que eso aún significa
algo.
MB: Soy feminista, animalista, humanista y de
izquierdas.
Si
pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
EV: Me gustaría ser “viajera”, escribir y poder
vivir de lo que viera y experimentara conociendo lugares y gentes. Me gustaría
conocer la libertad que te puede proporcionar no tener un billete de vuelta.
MB: Me gustaría tener una librería en un pueblo
pescador, a primera línea de mar. Una librería blanca con ventanas pintadas de
azul ultramar.
¿Cuáles
son sus vicios principales?
EV: Soy muy celosa de mi tiempo, me gusta la
soledad, mis cosas, mis libros mis plantas. No suelo salir mucho, ni cenas, ni
citas siempre tengo la horrible sensación de que se me agota el tiempo. Digamos
que no me gusta demasiado “socializar”.
MB: No sé por donde empezar… por ejemplo puedo ser
demasiado intensa, radical y extremista.
¿Y
sus virtudes?
EV: Soy trabajadora, disciplinada, exigente conmigo
misma. He conseguido, con el paso de los años, saborear los momentos pequeños,
únicos y exquisitos que la vida pueda ofrecer.
MB: Tengo sentido del humor, capacidad de trabajo y
creo que generosidad aunque mis virtudes preferiría que las dijera alguien que
no sea yo.
Imagine
que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían
por la cabeza?
EV: Creo, aunque no puedo estar segura ya que nadie
sabe que guarda en la recamara nuestra mente, que vería a mis hijos en
diferentes momentos de su vida, a mi gente, o tal vez solo intentaría respirar
una bocanada más y no morir.
MB: En primer lugar mis pensamientos irían dirigidos a
encontrar alguna posibilidad de salvarme. Pero si la única opción es entrar en la
muerte inminente creo que intentaría decirme a mí misma: estuvo bien, lo
volvería a hacer básicamente igual.
T. M.