sábado, 7 de septiembre de 2019

Entrevista capotiana a Marimén Ayuso


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Marimén Ayuso.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Barcelona.
¿Prefiere los animales a la gente?
A la gente en general, no. A ciertas personas, sí.
¿Es usted cruel?
No.
¿Tiene muchos amigos?
Depende de lo que se considere “mucho”. Pero sí, si los tengo.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Honestidad, confianza y complicidad.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
La decepción es siempre una cuestión de exigencia. Con los años he aprendido a no exigir, sino a disfrutar de lo que tengo.
¿Es usted una persona sincera? 
Demasiado.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Leyendo o escribiendo.
¿Qué le da más miedo?
La mentira. Y no poder proteger a los que más quiero.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La crueldad y la corrupción.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Dedicar más tiempo a la lectura y a cultivar hortalizas. Tengo un pequeño huerto que no siempre puedo cuidar.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Ando mucho y practico Pilates. Me gustaría empezar con yoga, también.
¿Sabe cocinar?
No demasiado.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A Jesucristo, sin duda alguna.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Amor. Y aquí incluyo a Dios.
¿Y la más peligrosa?
Venganza.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No, nunca. A no ser que bajo ese “alguien” se incluyan las moscas.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Soy demócrata, pero ante el panorama político, cada vez me canso más de la política.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Cantante, sin lugar a dudas. Siempre quise ser cantante, pero mi voz solo sirve para provocar lluvias y tormentas.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Una copa de cava y el café de las mañanas. Éste último es indispensable.
¿Y sus virtudes?
Según dicen mi constancia. Y alguna otra cosilla.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Uy… qué mal. Más que imágenes pensaría en mis dos hijos.
T. M.