martes, 7 de enero de 2020

Entrevista capotiana a Francisco Taboada


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Francisco Taboada.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Una biblioteca laberíntica, a ser posible con bodega bien surtida.
¿Prefiere los animales a la gente?
A veces. Los animales están siempre a la defensiva y eso no me gusta. Tampoco es que me guste mucho la gente. Si tengo que escoger, siempre me pongo de parte de mi perro.
¿Es usted cruel?
No. Cuando he sido cruel, sin pretenderlo, me ha torturado durante años.
¿Tiene muchos amigos?
Pocos. No se me da muy bien hacer amigos. Soy un tipo solitario.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Nobleza. Sinceridad. Y que sepan mentirme, de un modo convincente, si lo necesito.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Claro, son humanos. Mi perro, nunca.
¿Es usted una persona sincera?
Sí, es un defecto que tengo, pero procuro dosificarlo.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Un escritor no tiene tiempo libre. Si me sobra un rato, no hago nada.
¿Qué le da más miedo?
Que se mueran las personas a las que quiero.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
A mi edad, ya no me escandaliza nada.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Ser escultor.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
No, el ejercicio físico me aburre. Hago mal, pero es lo que hay.
¿Sabe cocinar?
Sí. Mi especialidad son las salsas y las sopas pobres.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A Gandhi.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Ojalá.
¿Y la más peligrosa?
Patria.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Sí, pero no se presentó, afortunadamente para ambos.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Anarco-pacifista.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Un lobo.
¿Cuáles son sus vicios principales?
La paciencia, la obstinación.
¿Y sus virtudes?
La impaciencia, el arrebato.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Una mano humana, un flotador enorme. Aunque las veces que he estado a punto de ahogarme no se me pasó nada por la cabeza.  
T. M.