sábado, 18 de marzo de 2023

Entrevista capotiana a Marc Betriu

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Marc Betriu.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Cualquier lugar cálido y ventilado donde hubiera un buen surtido de libros y películas.

¿Prefiere los animales a la gente? Prefiero a la gente y me gustan los animales.

¿Es usted cruel? Que yo sepa, solo conmigo mismo.

¿Tiene muchos amigos? Más conocidos que amigos.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Que saquen lo mejor de mí, y a la inversa.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? A veces, como yo a ellos, supongo, pero me lo como con patatas porque son demasiado valiosos.

¿Es usted una persona sincera? Tengo tendencia a quedar bien, es educacional, eso te obliga a matizar la verdad en ocasiones. No es algo aconsejable, cansa y desgasta. Aspiro a dejar de hacerlo y estar algún día permanentemente en paz conmigo mismo.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Seguramente mi primera opción es ir a ver una película a un cine.

¿Qué le da más miedo? La intolerancia.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La irresponsabilidad que hay en la política, ver que un partido es capaz de encender fuegos para ganar votos.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Si hubiera decidido no llevar una vida creativa, sería otra persona. Entonces me preguntaría a mí mismo que es lo que me gusta hacer e intentaría hacerlo. No me disgustaría ser deportista, o actor de teatro, se viven emociones tan fuertes como en la ficción.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Un poco de natación.

¿Sabe cocinar? Hago cosas muy sencillas, y me salen muy bien: hago el mejor pan con tomate, los mejores huevos fritos, y el mejor revuelto con espárragos… Fuera de lo fácil, soy un desastre.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? A Marilyn Monroe. Tiene categoría de personaje. Una criatura única, un misterio.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Amanecer.

¿Y la más peligrosa? Culpable.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No. Pero sí he querido repartir alguna buena torta.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Ante todo, soy demócrata. Lucharía por ideas que aborrezco si fuera necesario para preservar el respeto a los que piensan distinto de la mayoría.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Una mujer. Tiene que ser excepcional en muchos sentidos, y aleccionador en muchos otros.

¿Cuáles son sus vicios principales? Tengo buenas aptitudes para todos los vicios “soft”.

¿Y sus virtudes? Vivo y dejo vivir.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Creo que ocuparía la mente en encontrar la manera de salvarme hasta el último instante.

T. M.