jueves, 11 de septiembre de 2025

Entrevista capotiana a Damián Patón

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Damián Patón.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Elegiría una gran mansión, rodeada de inmensos jardines. Provista de interminables bibliotecas, pequeña sala de teatro, televisor y mujeres a las que amar.

¿Prefiere los animales a la gente? Prefiero la gente, pero con pequeñas dosis, por si acaso.

¿Es usted cruel? Soy bondadosamente cruel.

¿Tiene muchos amigos? Tengo los amigos que quieren ser mis amigos. Ni más, ni menos.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Las mismas que en mi: claridad, delicadeza y tener siempre un amigo a mano, cuando vienen dadas.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? Lo mismo que yo a ellos.

¿Es usted una persona sincera? Soy una persona sincera, pero no grosera. Soy sinceramente hipócrita.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? A solas conmigo mismo. Leyendo. Viendo películas. Hablando con personas sencillas. Ir al teatro. Observar. Algo de gimnasia. Pasear. Soy célibe.

¿Qué le da más miedo? La estupidez humana. La apatía. El poder en la sombra de la ciencia y tecnología. Los dictadores sin rostro, guarecidos bajo la Inteligencia artificial-no de por sí negativa-. Bajo los algoritmos. Morir de dolor o solo. Depender exclusivamente de los demás.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? A estas alturas, con 61 años, me sigue escandalizando, los anormales que obedecen ciegamente al líder. La mala educación. La falta de empatía.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Me habría dedicado a la filología forense y hablar con la gente, a ratos.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Algo de gimnasia. Vuelvo a la defensa personal.

¿Sabe cocinar?  Lo básico, por que soy muy vago para cocinar.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Gauguin.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? LIBERTAD.

¿Y la más peligrosa? GUERRA.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? Yo siempre adoro criminalmente a mis odios y mis enemigos. Un  beso para todos ellos.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Mis tendencias políticas son las coristas de antaño. Las bailarinas y la lucha contra lo woke.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? OTRA VEZ YO MISMO.

¿Cuáles son sus vicios principales? Lujuria, en el buen sentido. Mal humor con todo el humor posible. Desconfianza, con toda la confianza del mundo.

¿Y sus virtudes? Feo, pero con gracia. Soy de estatura media. Tengo un agudo sentido del humor anglosajón. Me gusta el café.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Dejar una buena herencia a mi mujer y que mis hijos tengan salud y buena vida.

T. M.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

La revista "Qué Leer" de este septiembre

Ya está en los quioscos el nuevo número de la revista Qué Leer (septiembre, 319), que se complementa con otros textos que aparecen en su sitio web, Facebook y X.

En este enlace de Zinio se puede adquirir la revista y ver todo el sumario con un extracto de cada una de sus secciones: mi editorial "Alma en las Palabras", "Laureles", "Lletres catalanes", "Hoy" (narrativa, no ficción, poesía), "Protagonista", "Ayer" (efeméride, contemporáneo, clásico), "Cata", "Voz autoral", "Voz editorial", "Imágenes", "Hechos", "Novedades" e "Invenciones. Cien páginas repletas de reseñas, entrevistas, reportajes literarios, columnas de escritor, avances editoriales...

martes, 9 de septiembre de 2025

Entrevista capotiana a Melinda Sánchez Merino

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Melinda Sánchez Merino.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Mi casa en Madrid. Me encanta estar en mi casa, tanto para trabajar, como para disfrutar el tiempo libre. Me entretengo y disfruto escribiendo, leyendo, sacando trabajo adelante, recibiendo a personas que quiero... El hecho de saber que nunca más saldría, privándome de la libertad, hace que el ego despierte queriendo salir a la calle, cuando es dentro donde me gusta estar.

¿Prefiere los animales a la gente? A veces sí, sobre todo por la nobleza (de los animales).

¿Es usted cruel? Creo que no y me cuido mucho de no serlo, ya que sé cómo se siente porque lo han sido conmigo. Si alguien cree que lo fui, pido disculpas.

¿Tiene muchos amigos? No, pero los que tengo son los que quiero.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? No busco amigos ni cualidades concretas en ellos, pero si aparece una persona en mi vida y conectamos, bienvenida sea.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? No es algo que me pase a menudo con los amigos, pero ¿me ha pasado? Sí. Lo que peor llevo es la traición.

¿Es usted una persona sincera? A veces, demasiado. Trabajo en curso.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Con mi familia, escribiendo, cocinando, comiendo, un buen vino, leyendo, estudiando… Últimamente prefiero lo que sea de puerta adentro.

¿Qué le da más miedo? La estupidez.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Por desgracia, cada día me sorprendo menos.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Probablemente bailar o ser actriz, me hubiese encantado. Bailar lo conseguí con diecisiete años de ballet y flamenco. Lo de actriz no llegó, pero me meto tanto en la piel de mis personajes que siento que de alguna forma lo he conseguido.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Sí, bastante. Hago fitness, pilates y algo nuevo que he descubierto hace poco que se llama Rebounder. Es una pequeña cama elástica para saltar que me hace sentir como si tuviera diez años otra vez y además quemo calorías.

¿Sabe cocinar? Sí y me encanta, aunque no tan bien como mi madre.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? ET, todavía sueño con encontrar un extraterrestre o que me encuentre a mí. ET me genera curiosidad y ternura. Estaría encantada de disfrazarme con él y pasearme en bicicleta por el aire, con la luna de fondo.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Amor.

¿Y la más peligrosa? Poder.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No, aunque gracias a mi trabajo personal tengo muy bien identificado qué es lo que despierta mi furia: la injusticia y la falta de respeto.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Ninguna, de verdad. Si hubiese alguien en quien pueda confiar, tendría alguna.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Cosa: un buen libro con una historia inolvidable. Si preguntas por otra profesión, te diría que me encanta la mía y no la cambiaría.

¿Cuáles son sus vicios principales? Comer y el buen vino.

¿Y sus virtudes? Elijo dos: capacidad de escuchar (nivel 3, conectando con la persona) y la perseverancia.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Probablemente me concentraría en seguir la luz al final del túnel que tuve la ocasión de ver cuando viví una experiencia cercana a la muerte.

T. M.

lunes, 8 de septiembre de 2025

Una Rusia distópica, corrupta y grotesca

Vladímir Sorokin (Moscú, 1955), una de las voces más provocadoras de la literatura rusa actual, encontró en Alfaguara un canal sólido hacia el lector en español. En novelas como «El día del opríchnik» y «El hielo», desplegó su mezcla de sátira política, distopía y violencia que incomodaba tanto como fascinaba. En el primer caso, imaginó una Rusia futura donde el autoritarismo se camufla con símbolos del pasado zarista. En el segundo, exploró el fanatismo y la identidad desde un ángulo casi místico; pues bien, ahora tenemos al alcance otra oportunidad para reconocer en el autor a alguien que no teme la irreverencia, y que convierte la literatura en una herramienta para sacudir conciencias: «El Kremlin de azúcar» (traducción de Jorge Ferrer).

Hacia un pasado futurista

Ese monumento efímero de azúcar, regalado a niños en Navidad y luego diseminado por toda la sociedad, se vuelve emblema de una Rusia oficial e hipnotizada, de dulzura aparente que encubre corrupción y poder abusivo. El azúcar, soluble, sugiere la fugacidad de las esperanzas populares: lo que parece majestuoso se deshace al contacto con una realidad en la que aparecen desde niños encantados hasta torturadores o presos desaparecidos. Sorokin imita formatos literarios tradicionales —crónicas festivas, epístolas, textos etnográficos— y su parodia se convierte en una herramienta de crítica política: lo reconocible se convierte en insólito, y lo solemne, en grotesco. La ambientación en 2028 fusiona tecnología de vanguardia con retroceso social, y así vemos cómo, por ejemplo, la robotización convive con las dictaduras, y hay hologramas con rituales medievales.

Publicado en La Razón, 6-IX-2025

domingo, 7 de septiembre de 2025

Entrevista capotiana a Dayana Contreras

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Dayana Contreras.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? No tengo ese lugar, pero si no pudiera salir escogería estar cerca del mar. 

¿Prefiere los animales a la gente? No, prefiero la gente.

¿Es usted cruel? En general, no.

¿Tiene muchos amigos? No muchos.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? La complicidad y la risa.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? No con mucha frecuencia.

¿Es usted una persona sincera? Sí.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Leyendo, mirando series, películas, quedando con amigas.

¿Qué le da más miedo? Montar en atracciones de feria.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La normalidad con que vemos las muertes en tiempo real .

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Detective, quizás.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Hace un tiempo estoy practicando yoga.

¿Sabe cocinar? Me defiendo bien en la cocina.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? a Cristina de Pizán.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Respira.

¿Y la más peligrosa? Funciona.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? Nunca.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Las que no están reñidas con los derechos de las personas.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Mi gata.

¿Cuáles son sus vicios principales? La cerveza artesana y el vino.

¿Y sus virtudes? Sé guardar secretos.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Burbujas saliendo de mi boca. 

T. M.

sábado, 6 de septiembre de 2025

Mis dos cursos en La Central y Nollegiu: literaturas alemana y norteamericana

Como cada temporada, en esta 2025-2026 volveré a impartir cursos de literatura en las librerías La Central del Raval y Nollegiu, en Barcelona:

Binomios de literatura germana

Abordaremos las letras germanas desde su autor pionero hasta un premio Nobel que murió este siglo. Aportaremos un enfoque crítico, con trasfondo histórico, para entender esta tradición literaria tanto en Alemania como en otros países de habla germana, como Austria o República Checa. Se asomarán, en el análisis de obras y vidas de autores, asuntos relacionados con la pulsión mortuoria en la literatura germánica, así como las dos guerras mundiales, el exilio y el Holocausto. De tal modo que partiendo de lo que significó el romanticismo e idealismo alemán, revisitaremos la literatura de ciertos escritores para comprender o cuestionar su vigencia o etiqueta de clásicos.

Programa

Sesión 1 (1 de octubre): Johann Wolfgang Goethe y Friedrich Schiller
Dos amigos de muy diferentes carácter y literatura que devinieron faros literarios y autoridades nacionales. Para entender el origen de toda una literatura.

Sesión 2 (8 de octubre): Karl Kraus y Sigmund Freud
La Viena de un periodista subversivo que refleja la decadencia de todo un imperio y de un doctor analista de la literatura y escritor de psicología-ficción.

Sesión 3 (15 de octubre): Stefan Zweig y Joseph Roth
El suicida Zweig ayudó de continuo a Roth en su alcoholismo y miseria. Dos voces de voluntaria autodestrucción testigos del «mundo de ayer» culto y europeísta.

Sesión 4 (22 de octubre): Franz Kafka y Max Brod
Al incomparable Kafka solo se le puede acompañar del autor que se dedicó a su legado, el mejor testimonio posible de nuestra actualidad, a más de cien años desde su muerte.

Sesión 5 (29 de octubre): Thomas Mann y Hermann Hesse
Estos escritores intimaron con sus familias respectivas y nos dan una perspectiva de lo que fue «ser alemán» antes y después del poder nacionalsocialista.

Sesión 6 (5 de noviembre): Erika y Klaus Mann
Los hijos del escritor cuyas obras en prosa, narrativa, de viajes y de reportajes de guerra son un ataque al totalitarismo y una llamada a la libertad sexual.

Sesión 7 (12 de noviembre): Günter Grass y Paul Celan
Otra pareja de amigos desde la juventud marcados por la Segunda Guerra Mundial, tanto en su vida personal como en la concepción de sus obras narrativas y poéticas.

Sesión 8 (19 de noviembre): Unica Zürn y Thomas Bernhard
Dos autores que descienden a los abismos de la condición humana y que presentan unos elementos narrativos que son tan conmovedores como desgarradores.

Los miércoles, del 1 de octubre al 19 de noviembre. Horario: 11 h a 12:30 h. Lugar: La Central del Raval / Virtual



Estos ocho autores de Estados Unidos, cuatro del siglo XIX y cuatro del XX, son hitos en la historia literaria de este país, cada uno en su género, y su lectura y análisis, junto con la de otros de su tiempo, contribuye a entender la literatura norteamericana tal y como es hoy.

PROGRAMA:

30 septiembre
Henry David Thoreau. Walden. Un cronista de viajes y un observador de la naturaleza, un diarista y ensayístico crítico con la sociedad y los estamentos del poder.

28 de octubre
Nathaniel Hawthorne. La letra escarlata. Un autor de relatos de trasfondo lóbrego con narraciones de temática histórica, marcado lo político, la moralidad y la herencia puritana.

25 de noviembre
Walt Whitman. Hojas de hierba. La poesía desbordante y original de un escritor que surge como la voz lírica de un país emergente, y que también fue narrador, periodista y diarista en la Guerra de Secesión.

27 de enero
Louisa May Alcott. Mujercitas. Una mujer comprometida con las causas de su tiempo (la igualdad entre sexos, el abolicionismo...) que es mucho más que una autora de letras juveniles.

24 de febrero
Francis Scott Fitzgerald. El gran Gatsby. Este clásico de las letras estadounidenses continúa despertando interés por la época que retrató junto con otros literatos que marcan la modernidad narrativa del país.

31 de marzo
Thomas Wolfe. El ángel que nos mira. Un poeta en prosa de breve vida que escribió de forma incontenible diversas novelas-río, pero también cuentos y novelas cortas magistrales.

5 de mayo
Patricia Highsmith. El talento de Mr. Ripley. Esta autora representa un punto de inflexión en la narrativa de tinte criminal, con un antihéroe despiadado con un fuerte acento psicológico.

2 de junio
Charles Bukowski. Poesía y relatos. El autor transgresor por antonomasia, por medio de una ingente cantidad de poemas, cuentos humorísticos y sexuales, aún es al adalid de la libertad creadora y la provocación.

Ocho martes de 18:30 h a 20 h. Del 30 de septiembre al 2 de junio. Nollegiu del Clot o zoom en directo

viernes, 5 de septiembre de 2025

Entrevista capotiana a Francisco Montaña Ibáñez

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Francisco Montaña Ibáñez.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Una montaña, llena de árboles, viento, lomas, nubes…

¿Prefiere los animales a la gente? No. Los animales no siempre son tan claros cuando te contradicen.

¿Es usted cruel? Trato de no serlo.

¿Tiene muchos amigos? Pocos, buenos, queridos, profundos y divertidos.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Confiabilidad.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? Los que no lo son.

¿Es usted una persona sincera? Trato cada vez más arduamente.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Leyendo, caminando, charlando, cocinando, viendo pelis.

¿Qué le da más miedo? La inconciencia.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La cada vez más descarada infamia del poder.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Me hubiera encantado ser agricultor y poder vivir de ello.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Sí, hago yoga, pilates, natación.

¿Sabe cocinar? Me encanta. Es uno de los momentos felices del día. Abrir la nevera y descubrir lo que voy a cocinar.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Al Quijote.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Amor.

¿Y la más peligrosa? Miedo.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No literalmente, por suerte.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Es tan difícil definir eso en estos días. Pero no soy de derecha, creo en la vida y me encantaría imaginar una sociedad fuera del capitalismo.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Nube.

¿Cuáles son sus vicios principales? El azúcar y el café.

¿Y sus virtudes? Soy disciplinado y compasivo.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Salir en la mañana neblinosa a esperar el bus del colegio, llevar a mis hijos al cine, escribir libros, vivir en la montaña.

T. M.

martes, 2 de septiembre de 2025

Un artículo sobre el hotel Mercer Plaza Sevilla


Estos días aparecía, en la sección de "Viajes" del diario La Razón, este artículo mío, en mi faceta de viajero hotelero-gastronómico, titulado "Mercer Plaza Sevilla: silenciosa preciosidad en la Sevilla más histórica".

lunes, 1 de septiembre de 2025

Entrevista capotiana a Rubén González Tuero

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Rubén González Tuero.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Asturias. Supongo que habrá otros lugares con la misma calidad de vida o incluso mejor, pero yo no los conozco.

¿Prefiere los animales a la gente? No. Tienen muy poca conversación.

¿Es usted cruel? No. Algo va muy mal en la cabeza de las personas crueles.

¿Tiene muchos amigos? No muchos. Siempre es preferible la calidad a la cantidad.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Básicamente, que sean buena gente y soporten los chistes malos.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? Es algo que solo me ha ocurrido en contadas ocasiones.

¿Es usted una persona sincera? Sí, quizás demasiado. Me gustaría ser más cínico, pero me fallan los filtros.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? La literatura y la música son fuentes infinitas de satisfacción, tanto al crearlas como al disfrutar las creaciones de otros.

¿Qué le da más miedo? El dolor. En todos los sentidos. También me aterra envejecer sin calidad de vida, perder mi autonomía y convertirme en una carga molesta para las personas que me rodean.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Debo de ser un ingenuo, porque todavía hay muchas cosas que me escandalizan: la desfachatez de la corrupción, la inoperancia absurda de la burocracia, la preponderancia del dogmatismo sobre la realidad empírica...

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? He sido profesor toda mi vida, y también músico. Ahora que ya estoy retirado, al mirar atrás veo que ha sido una buena vida.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Camino un poco a diario, y si puede ser por la orilla del mar, mejor que mejor.

¿Sabe cocinar? Sí. Cocino casi todos los días y, sin falsa modestia, con resultados muy satisfactorios, incluso diría con gran éxito de crítica y público.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Admiro mucho a las personas que triunfan a pesar de tenerlo todo en su contra, como Nina Simone.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Infancia.

¿Y la más peligrosa? Verdad. Las personas más peligrosas son las que creen que su punto de vista es la verdad absoluta, eso les hace sentirse obligados a imponérnosla a los pobres idiotas que estamos equivocados.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No, aunque me habría quedado muy a gusto si hubiera podido dar un par de bofetadas a mano abierta a más de uno.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Valoro el diálogo y el sentido común y aborrezco el sectarismo, por lo tanto no encajo en ninguno de los partidos políticos que tenemos/sufrimos.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Creo que disfrutaría haciendo un programa de radio, y que no lo haría mal.

¿Cuáles son sus vicios principales? La pereza y la gula (creo que la gula incluye el maldito hábito de fumar).

¿Y sus virtudes? El compromiso y el perfeccionismo. Si decido hacer algo, dedico todo el esfuerzo que sea necesario para hacerlo bien.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? ¿Quién lo sabe? Supongo que mi mujer y mis hijas, porque son lo más importante de mi vida.

T. M.

domingo, 31 de agosto de 2025

Un artículo sobre el hotel Mas d'en Bruno


Estos días aparecía, en la sección de "Viajes" del diario La Razón, este artículo mío, en mi faceta de viajero hotelero-gastronómico, titulado "Mas d’en Bruno: lujo silencioso entre viñedos del Priorat".

miércoles, 27 de agosto de 2025

Entrevista capotiana a Javier Delgado

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Javier Delgado.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Yo me quedaría muy a gusto en mi cama. Es el mejor refugio. Pertrechado, eso sí, con unos cuantos buenos libros y otros tantos buenos quesos y mejores vinos.

¿Prefiere los animales a la gente? Todavía no, pero todo se andará.

¿Es usted cruel? Creo que la peor crueldad es la que se ejerce contra uno mismo: tenías que haber dicho esto, no tenías que haber hecho aquello…, sobre todo cuando eres joven. Ahora me tomo mucho menos en serio. Acepto que soy, básicamente, un ignorante.

¿Tiene muchos amigos? Mi capital social, como dicen algunos, es bastante parco, pero procuro cuidar, no sé si bien o regular, a mi reducido círculo de personas a las que quiero y en las que confío.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? El sentido del humor, cierta capacidad crítica o inconformismo con lo que nos rodea, su valentía para mostrarse vulnerables…

¿Suelen decepcionarle sus amigos? Si resultaran decepcionantes, no los consideraría amigos. De todos modos, en esto he madurado. De joven, por ejemplo, me cabreaba bastante cuando un amigo se olvidaba de felicitarme por mi cumpleaños. Ahora veo esto como una gilipollez. Hay muchísimas cosas mucho más importantes dentro de la amistad.

¿Es usted una persona sincera? La sinceridad, como todo o casi todo en esta vida, hay que dosificarla. De lo contrario, acabas exhausto y permanentemente frustrado porque no te soporta nadie. Es como darte de cabezazos contra una pared. 

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Escribiendo, leyendo (ficción, reseñas, artículos de opinión…), paseando, acudiendo a algunos actos culturales, yendo a cafés o restaurantes solo o con amigos, durmiendo, soñando…

¿Qué le da más miedo? Con el paso del tiempo, me he vuelto más pasota para unas cosas y más miedoso/neurótico para otras. Me dan miedo muchas cosas: envejecer mal, el creciente fanatismo político, la creciente indiferencia hacia ese fanatismo… Pero lo que más me quita el sueño es el futuro incierto de mi hijo y el de su generación: cambio climático (o emergencia climática), auge de los fascismos, militarización, precariedad económica… Nosotros hemos disfrutado de un periodo histórico marcado por una relativa calma y cierta prosperidad, pero por todas partes surgen o resucitan amenazas que jamás habría imaginado que pudieran afectarnos, y mucho menos a las generaciones más jóvenes.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Deberían escandalizarme la corrupción política y sus brazos (mediático, judicial, policial, empresarial…), pero solo me dan rabia e impotencia. Como la que siento por asuntos mucho más graves como el genocidio en Gaza, al que no pocos medios siguen llamando “conflicto” o “guerra” como si hubiera dos bandos que lucharan en igualdad de condiciones. Es el Holocausto de nuestra era y occidente mira para otro lado.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? ¿Y quién ha dicho que haya “decidido ser escritor”? ¡Ojalá! No me dedico a la escritura de manera profesional porque de la escritura, salvo que seas un Pérez Reverte, no vive nadie en este país (como ya sabemos, se publica mucho, muchísimo más de lo que se lee). En cuanto a lo de “llevar una vida creativa”, esto es algo que no se elige, sino que se experimenta. Creo que eso que podemos convenir en llamar “la mirada artística” o “literaria” no se puede generar a partir de la nada. Se da o no se da. Luego ya sí podemos hablar de pulir, perfeccionar, mejorar, descartar… Para esto, no conozco mejor escuela que la lectura ni mejores maestros que aquellos escritores a los que admiras o te han impresionado.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? ¿Más allá del sillón-ball? (Es una broma desfasada, muy “ozoriana”, pero para una vez que me hacen una entrevista, no me he podido resistir a decir una tontería). Todos los días hago mi tablita de ejercicios, trato de caminar ligero una media hora e ir a nadar si hace buen tiempo.

¿Sabe cocinar? Por supuesto. ¿Por quién me toma?

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? A Julio Cortázar. Era un tipo grande en todos los sentidos y, sin embargo, te lo puedes llevar puesto sin que nadie lo note. También elegiría a otro Julio: Julio Anguita. Me haría falta eso, un artículo, para intentar desglosar por qué su figura me sigue interpelando y conmoviendo.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Concordia.

¿Y la más peligrosa? Seguridad.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? ¿Cómo que “alguna vez”? Ya he perdido la cuenta. Dato curioso: me muestro especialmente sanguinario en la ducha. Mientras mi cuerpo se relaja por el efecto balsámico del agua caliente, mi cabeza masacra a diestro y siniestro. Pero ya menos. Por suerte para la humanidad, cuento con la escritura.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Claramente escorado a la izquierda. Siempre, desde pequeño, me han dado asco la injusticia y el abuso de poder en todas sus formas, y donde hay abuso de poder, hay desigualdad. No veo a ninguna opción de derechas mostrando un interés sincero, no ya por acabar, sino por mitigar los efectos de la desigualdad. Una desigualdad que, por otra parte, no deja de crecer.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Periodista del papel cuché. No. Es broma. Periodista a secas.

¿Cuáles son sus vicios principales? La impaciencia (sobre todo, con la estupidez).

¿Y sus virtudes? Mostrarme vulnerable con mi reducido círculo. Es un sentimiento liberador que se debería practicar más.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Supongo que recurriría a los momentos en que más me he acercado a una sensación de felicidad más o menos plena, que ahora identifico con rostros: los de mi hijo en su camino a la edad adulta; el de la madre de mi hijo; los de otras mujeres que he amado; los de amigos y amigas que me han ayudado en mi caminar y a los que espero haber correspondido… También vendrían ciertos paisajes bañados por la luz de Canarias, tan distinta de cualquier otra.

T. M.