jueves, 28 de enero de 2010

Entrevista capotiana a José Balza


En 1972, el escritor estadounidense Truman Capote (1924-1984) publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama 1999), y en él el autor de A sangre fría se entrevistaba a sí mismo con especial astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, del narrador y ensayista venezolano José Balza.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
En una Biblioteca.
¿Prefiere los animales a la gente?
No.
¿Es usted cruel?
A veces calculadamente. Pocas, sin saberlo.
¿Tiene muchos amigos?
Lo suficiente para sentir que cambio de mundo con cada uno de ellos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Disponibilidad de tiempo.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Como yo a ellos.
¿Es usted una persona sincera?
Lo intento, pero la imaginación me traiciona.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Estando solo.
¿Qué le da mas miedo?
No poder corregir algunos gestos o palabras de antes.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La persistencia del hambre y del subdesarrollo en América.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Ser cantante o pianista de rumba.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Amo nadar dentro de mi gran Río, también recorrer en bicicleta parajes con grandes árboles.
¿Sabe cocinar?
No.
Si el Reader's Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A todos mis amigos que han muerto.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Sí.
¿Y la más peligrosa?
Política.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Cada cierto tiempo: a un político o a un mal escritor. A un burócrata. También a los académicos intelectualoides.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Todo lo que haga posible el equilibrio.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Músico.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Imaginar.
¿Y sus virtudes?
Saber ser ajeno.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Ya me ocurrió a los ocho años en el Orinoco. Una sola imagen: la del aire, la de respirar.

T. M.