jueves, 25 de febrero de 2010

¡Qué razón tienes, Andrés Trapiello!

Foto: Cristóbal Manuel (El País)
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«La extravagancia suele ser la delación de la falta de talento verdadero. Siempre he tenido la impresión de que de cada cien extravagantes, noventa y nueve valen noventa y nueve veces menos de lo que creen valer» (pág. 71).

«El siglo XX ha sido el de las modas. Las han llamado “ismos” para darles cierta reputación y quitarles lo que tienen de superficiales, artificiales y baratas. (...) El XX ha sido el siglo de los decorativos, de los perfumistas y de los modistos» (pág. 171).

«Claro que decimos entonces: leer es ya vivir, una forma de vida. Pero todos sabemos que no es así. Lo decimos, pero un fondo de nosotros sabe perfectamente que la literatura es siempre manifestación de un fracaso y, oh paradoja, en muchos casos, el único paliativo de ese mismo fracaso» (pág. 365).
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«Desde que se ha confundido el cultivo con la cultura y la cultura con la industria cultural, la mayoría de los intelectuales quieren convertirse en industriales y empresarios de sí mismos» (pág. 405).
De Troppo vero (Pre-Textos, Valencia, 2009)