Tal día como hoy, un decenio atrás, empecé a colaborar con el diario La Razón. Publiqué una reseña de un libro maravilloso del escritor irlandés J. Synge, Las islas Aran (editorial Alba). Espero que, en los próximos días, en esas mismas páginas que tan bien me han acogido, pueda darle una suerte de cierre a ese ciclo de una década hablando de la reciente edición de la poesía completa de Yeats, quien precisamente sugirió a Synge en París que visitara la costa oeste irlandesa para captar la vida de las gentes del mar.
Han sido casi 500 textos publicados, entre críticas literarias de una enorme variedad de autores, nacionales y extranjeros, de todos los géneros, reseñas de novedades, artículos de opinión, necrológicas de escritores, entrevistas a unos cuantos de primer orden internacional, mini ensayos literarios al hilo de un tema concreto, e incluso algunos textos sobre cine u otros asuntos más alejados de lo meramente cultural.
Todo ese ingente material del que tanto he disfrutado, ese placer de estar al día de los libros nuevos de la mayoría de editoriales, tuvieron un segundo viaje: muchos textos acabaron, rescritos, en sendos libros de ensayos sobre poesía y narrativa universales: Experiencia y memoria (Renacimiento, 2007) y Desarticulación (Metropolisiana, 2010).
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No tengo palabras para agradecer a Manuel Calderón y a su equipo del suplemento literario y de la sección de cultura todo lo que me han regalado, desde varios puntos de vista, durante estos diez años. Me siento feliz y orgulloso de haber merecido esa confianza que, ojalá, pueda renovarse de forma indefinida para que sigan un destino común, entre Madrid y Barcelona, ese joven diario y este escritor joven que se ha formado como articulista literario a su lado.