martes, 6 de julio de 2010

De música y poemas: el peso de la vida pasada



Un CD de Mark Knopfler comprado en una oferta azarosa, Get Lucky, que lleva a la reminiscencia de otro, que sonaba en los tiempos de pobreza material y espiritualidad melancólica, el tan irlandés Golden Heart, y dentro de la caja, una entrada para un concierto del ex de Dire Straits, 31 de julio, sin año, en la plaza de toros Monumental. Y entonces, en estos días, un par de versos de Yeats, leídos hace tanto tiempo, muy lejos, y llevados a La ciudad gris, versos hallados de nuevo en la Poesía reunida traducida por Antonio Rivero Taravillo. Un sentimiento que lleva a la memoria, y ésta a un sentimiento vivido hoy y sentido antaño. Y el peso de la vida, de los años amontonados, enflaquece el corazón, y la alegría de hoy, por un instante, se oscurece (¿o habría que decir: se ilumina?) con la nostalgia del misterio del tiempo.

Foto: estatua homenaje a W. B. Yeats, Saint Stephen's Green, Dublín