viernes, 11 de febrero de 2011

Carlos Giménez: dentro de la Guerra Civil


Ni una película de las innumerables que se han rodado. Ni una novela de las muchísimas que se han escrito. Ni una fotografía, ni un documental de los cientos, miles que existen de la Guerra Civil española. Absolutamente nada de lo que el mundo del arte ha creado en estos últimos setenta años en relación con aquella infamia en la que tantos de nosotros perdimos a nuestros abuelos es comparable con este libro de Carlos Giménez.

Un día, leí un artículo de Juan Goytisolo que me indignó sobremanera: el pedante autor despreciaba el cómic como género artístico (en otro artículo, expresaba sutilmente su desprecio por la creadora de Harry Potter, diciendo que ni sabía su nombre). Su extraordinaria ignorancia e irrespetuosidad contrastan aún más al leer este volumen superlativo del mejor dibujante de tebeos de la historia de España, Carlos Giménez, que firma un prólogo magnífico tras una introducción brillante (qué difícil es escribir, a estas alturas, algo inteligente, sensato y nuevo sobre la guerra) del narrador Ramino Pinilla.

Leer Todo 36-39. Malos tiempos (Debolsillo) es una experiencia terrible y conmovedora, escalofriante y hermosa, tierna y durísima. A lo largo de pequeñas historias de las gentes que sufrieron la caída de Madrid, Carlos Giménez –especialmente literario en las acotaciones en este volumen– comunica lo que nadie ha conseguido: dar cuenta exacta de las miserias y crueldades que padeció una población hambrienta y desprotegida. A uno se le pone la piel de gallina, se le hace un nudo en la garganta y el corazón le cosquillea cuando palpa la cotidianidad de unos seres de ficción que, por desgracia, fueron reales, pues el dibujante siempre parte de testimonios fidedignos, como ya hizo en la serie inmortal de Paracuellos.

El cómic, en casos como este, es el primer arte. Sin discusión.