jueves, 24 de febrero de 2011

La provocación hecha palabra



He aquí un conjunto de veintitrés artículos y tres entrevistas que Michel Houellebecq (1958) publicó de 1992 hasta el año 2008 y que da cuenta de las inquietudes y filosofías del autor de Las partículas elementales y Plataforma. El género ensayístico complementa estas novelas suyas por cuanto la ficción también supone para él un espacio de crítica social, mordacidad y desahogo íntimo.

Escritura de calidad, temas candentes y polémicos, afirmaciones gruesas: tal es el cóctel de este escritor que exhala pesimismo y suele dar en la diana, aun equivocándose en las formas. Así, este «enfant terrible» necesita afirmar que el poeta Jacques Prévert «es un imbécil» –de su propio padre dice que fue un «imbécil consumado»–, que las feministas son «unas amables gilipollas» y recordar lo que dijo tiempo atrás: «El Islam es la religión más estúpida». A esta frase se refiere aparentando ingenuidad, pero con más insultos: «El respeto se ha vuelto obligatorio, incluso para las culturas más inmorales e idiotas».

Groserías aparte, Houellebecq demuestra inteligencia y sensibilidad para reflexionar sobre el mundo actual con sobrada clarividencia. Ejemplo de ello son textos como «La fiesta» o «Aproximaciones al desarraigo». El arte contemporáneo –que tan deprimente le parece–, el cine mudo –que prefiere al sonoro en lo que respecta a Francia–, la poesía, el músico Neil Young, el desprecio al puritanismo y al narcisismo, la sexualidad son algunos de los asuntos que aquí se convocan y que reflejan una mirada valiente como pocas. Negativa y arisca, sí, pero, por fortuna o por desgracia, también verdadera y realista.

Publicado en La Razón, 24-II-2011