No lo busquen en los diccionarios o historias de la literatura. No lo encontrarán. El tópico del escritor olvidado que ahora el mundillo editorial rescata no puede ser más literal. Juan Chabás (Denia, 1900-La Habana, 1954) no existe, incluso para muchos especialistas en la literatura de la generación del 27 o de las letras del exilio. Esta edición, espléndidamente preparada por Javier Pérez Bazo, viene a subsanar la ausencia que sufría este autor de poesía poco estimable, es cierto, pero elogiado como narrador –otro valenciano, Max Aub, dijo que era el «mejor dotado» de los escritores de los años 20– y cuya labor ensayística ahora tenemos la ocasión de conocer gracias a esta «Crítica periódica sobre literatura de la vanguardia».
Así, el volumen refleja la ingente labor de Chabás como reseñador de los principales escritores de su época en publicaciones como Revista de Occidente o Diario de Barcelona a lo largo de una vida vertiginosa: doctorado en Madrid en Filosofía y Letras, estudios en la Universidad de Génova, soldado republicano en la Guerra Civil, exilio en Francia y Centroamérica, y tres matrimonios, además de una relación con la que había sido amante del rey Alfonso XIII.
Pérez Bazo destaca esta cita del autor: «Ser amante de la obra leída o contemplada, u oída con amor de la inteligencia y del corazón, es el mejor modo de ser un buen crítico». Y en verdad, mediante sus «Aforismos sobre crítica» o sus reflexiones sobre la obra de los escritores de nuestra llamada Edad de Plata, descubriremos un lector sensible, admirador de las renovaciones de Azorín y Gómez de la Serna y de la iluminación y disciplina de un J. R. Jiménez. Pues, «no olvidemos nunca que se escribe con palabras. El escritor que no inventa su palabra será un cronista, un novelista, un ensayista, pero no un escritor».
Publicado en La Razón, 7-VI-2011