martes, 7 de agosto de 2012

40: prórroga de vida



Si las estadísticas de la esperanza de vida no se equivocan en el destino de mi cuerpo, estoy en el medio del camino. Con más juventud a cuestas que a los veinte, con todos los fracasos soltados en un lado, cada día más desnudo de pretensiones y expectativas, sigo adelante con esta prórroga que ya dura cuatro décadas, pues no otra cosa es continuar respirando al segundo día de nacer.