viernes, 14 de diciembre de 2012

Entrevista capotiana a Tino Pertierra


En 1972, el escritor estadounidense Truman Capote (1924-1984) publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama 1999), y en él el autor de A sangre fría se entrevistaba a sí mismo con especial astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Tino Pertierra.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Mi imaginación.
¿Prefiere los animales a la gente?
Depende del veneno que lleven.
¿Es usted cruel?
Y vil.
¿Tiene muchos amigos?
Los justos e innecesarios.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que no me pidan mi opinión sobre lo que hacen o dejan de hacer y que no lloren cuando se emborrachan. Si además respetan la lealtad y son simpáticos, lo tienen todo.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No, por eso son innecesarios.
¿Es usted una persona sincera? 
Si digo que no es como dijera que sí. ¿Verdad?
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Haciendo prisioneros.
¿Qué le da más miedo?
Que me hagan prisionero. Sobre todo, del dolor ajeno.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La impunidad de los canallas.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Me gusta hacer preguntas y resolver enigmas. ¿Policía, tal vez?
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
A veces vuelo cuando sueño.
¿Sabe cocinar?
No viviría de ello pero sí podría sobrevivir con huevos.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Francis Scott Fitzgerald o Richard Burton.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Niños.
¿Y la más peligrosa?
Niños.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Lo hice. A mi yo adolescente.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Mi intendencia política es obligarme a creer que el ser humano merece la pena.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Estrella del rock. Llevan mejor la vejez que las de cine.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Son todos secundarios.
¿Y sus virtudes?
No me las han presentado.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Lo siento. Me he puesto a imaginarlo y me ahogaba realmente. Qué mal lo he pasado, oiga.
T. M.