viernes, 1 de febrero de 2013

Entrevista capotiana a Blas Matamoro


En 1972, el escritor estadounidense Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama 1999), y en él el autor de A sangre fría se entrevistaba a sí mismo con especial astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Blas Matamoro.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Elegiría este mundo. No conozco otro. Si lo hubiera, me gustaría explorarlo.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero a ciertos animales entre los que componen la gente.
¿Es usted cruel?
Si la inteligencia es cruel, me arriesgo a ser inteligente. Me repugna la crueldad sin inteligencia.
¿Tiene muchos amigos?
No sé contarlos. Tengo los amigos justos aunque nadie está exento de cometer alguna injusticia, pero con los amigos de verdad todo puede comentarse, hasta discutirse.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
No busco cualidades, las encuentro y me da un enorme placer reconocerlas.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No suelen pero puede darse que ocurra. Temo más la decepción de los enemigos. Son indispensables.
¿Es usted una persona sincera? 
Sinceramente, no lo sé.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Estoy jubilado. Tengo todo el día libre, salvo las horas de sueño. Siempre vinculo la libertad del tiempo con la productividad.
¿Qué le da más miedo?
No poder averiguar qué causa lo produce. 
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Las lecturas inútiles. Soy miope.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
No he decidido ser escritor. Hay algo indescifrable que ha decidido mi vocación. Esta palabra, vocación, significa llamado. Escribo cuando me es indispensable pero son estados intermitentes.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Camino una hora diaria.
¿Sabe cocinar?
Sí: fritos, guisos, salsas y asados.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Todos los personajes de los que me he ocupado son inolvidables.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Deseo.
¿Y la más peligrosa?
Deseo.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
En sueños, muchas veces. La lista no cabría en esta respuesta.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Izquierda. Prefiero la solidaridad a la competitividad.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Otra cosa.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Uno solo: el trabajo.
¿Y sus virtudes?
No sé si tengo alguna. Acaso, la laboriosidad.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Mi vida entera. Por fin podría verla.
T. M.