martes, 15 de octubre de 2013

Entrevista capotiana a Javier Ors

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Javier Ors.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Un lugar que tuviera muchas salidas.
¿Prefiere los animales a la gente?
Siempre que la gente no sea demasiado animal...
¿Es usted cruel?
No soy tan sincero...
¿Tiene muchos amigos?
Lo sabré cuando me encuentre en dificultades.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Las que les convierten en buenos amigos.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Nunca los que han demostrado serlo.
¿Es usted una persona sincera?
Jamás tanto para ser cruel.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Existen tantos ocios que hay que ser muy aburrido para disponer de tiempo libre.
¿Qué le da más miedo?
De lo que es capaz de hacer el hombre.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Lo poco se escandalizan los políticos de las injusticias.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Una vida lo más novelesca posible.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Natación, que es un deporte absurdo en el que no se suda.
¿Sabe cocinar?
No lo sé. Mis amigos jamás han querido responderme a esa cuestión.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Al ser que decidió que el origen del hombre era una gran idea.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Democracia.
¿Y la más peligrosa?
“Los otros”. O, lo que es lo mismo, cuando los líderes políticos empiezan a referirse en tercera persona del plural hacia un segmento de la población.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Soy demasiado vago para buscarme problemas de ese tipo.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
El escepticismo.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Probablemente me hubiera gustado “no ser”.
¿Cuáles son sus vicios principales?
No tengo tantas virtudes...
¿Y sus virtudes?
Siempre me previnieron contra los vicios...
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Lo confortable que siempre ha resultado la ducha…
T. M.