viernes, 25 de octubre de 2013

Entrevista capotiana a Montero Glez

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Montero Glez.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Donde vivo ahora, en una playa del sur.
¿Prefiere los animales a la gente?
Depende de qué animales y de qué gente.
¿Es usted cruel?
No, la crueldad viene determinada por una naturaleza que yo no tengo.
¿Tiene muchos amigos?
Prefiero tener amigas. La verdadera amistad sólo se puede dar entre un hombre y una mujer.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Lealtad.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Cuando me decepcionan, dejan de ser amigos.
¿Es usted una persona sincera?
Una persona sincera que se dedica a contar embustes.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
En rascarme los sobacos, por decirlo fino.
¿Qué le da más miedo?
Un toro.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Que se juegue con el pan de las personas.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Escribir.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Ahora mismo no, estoy lesionado por culpa del ejercicio físico pero en cuanto me recupere claro que sí. No me gusta la vida sedentaria, es mala para la próstata.
¿Sabe cocinar?
Cosas sencillas, no mariconadas.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A Nacho Vidal, que se abrió paso en la vida a golpes de polla.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Entusiasmo.
¿Y la más peligrosa?
Sospecha.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Sí. En defensa propia.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Justicia social, por lo tanto zurdo. Pero no autoritario. Abomino del comunismo. Pon que soy libertario.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Actor de cine porno.
¿Cuáles son sus vicios principales?
No tengo vicios.
¿Y sus virtudes?
Puedo liar porros con una sola mano mientras con la otra me rasco los sobacos, por lo fino.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Cuando jugaba al waterpolo uno del equipo contrario me enganchó hasta ahogarme en la piscina. Lo que se me pasó por la cabeza fue lo que hice: trincarle los huevos y retorcérselos a medida que ejercía presión y así soltó el hijo de la gran puta.

T. M.