jueves, 17 de octubre de 2013

Entrevista capotiana a Robert Saladrigas

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Robert Saladrigas.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Ninguno. Necesito espacios abiertos donde respirar.
¿Prefiere los animales a la gente?
Tal vez los animales son más nobles, pero puesto a elegir me quedo con algunas personas.
¿Es usted cruel?
Detesto la crueldad por lo que tiene de gratuita.
¿Tiene muchos amigos?
Por desgracia, pocos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos
La lealtad.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Supongo que yo también a ellos.
¿Es usted una persona sincera
Hasta un límite que considero prudente.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Con una buena película.
¿Qué le da más miedo?
El cinismo, cualquier forma de abuso de poder…
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Los alardes de ignorancia.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Habría sido campesino. No me puedo imaginar en una oficina o manipulando máquinas.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
No.
¿Sabe cocinar?
Lamentablemente no, quizás porque mi madre fue una cocinera estupenda y mi mujer también lo es.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Rita Levi-Montalcini.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Vivir.
¿Y la más peligrosa?
Violencia.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Creo que no, al menos de forma consciente.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
A estas alturas de mi vida solo siento náuseas.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Solo quiero ser quien soy ahora mismo.
¿Cuáles son sus vicios principales?
La impaciencia, la vacilación, el temor a ser mal juzgado, la timidez, la constante  necesidad de asumir riesgos…
¿Y sus virtudes?
Siempre he intentado no hacer daño a nadie, ser buena persona, una persona justa.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
La imaginación me dice que las más horribles, sin precisar su naturaleza. Me estremece solo pensar que me quedo sin aire, irremisiblemente.

T. M.