viernes, 8 de agosto de 2014

Entrevista capotiana a Francesco Spinoglio

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Francesco Spinoglio.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Elegiría Varigotti, un pueblo costero de Liguria en el que suelo veranear, pese a que la idea de tener que vivir en un solo lugar sin poder salir no me atrae demasiado.
¿Prefiere los animales a la gente?
Sin duda.
¿Es usted cruel?
Solamente con la gente cruel.
¿Tiene muchos amigos?
Amigos de verdad solo tengo tres. Los demás son conocidos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Ante todo que compartamos los mismos valores éticos y que seamos por encima de todo honestos y sinceros.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Normalmente no, por eso son mis amigos.
¿Es usted una persona sincera? 
100%. A veces demasiado. La única manera de sobrevivir en esta jungla llamada Mundo es hablar claro, no quepa la menor duda.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Leyendo buenos libros, dando paseos y disfrutando de una cena con mi mujer.
¿Qué le da más miedo?
Me da miedo tener miedo. El miedo es una mierda que solo hace daño y saca lo peor del ser humano.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La estupidez humana. Es un pozo sin fondo aparente.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Ni idea, supongo que hubiera buscado alguna cosa interesante que hacer.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Practico Yoseikan Budo, un arte marcial muy completo que te ayuda, entre otras cosas, a ser mejor persona y a creer más en ti mismo.
¿Sabe cocinar?
No. Sé hacer cócteles.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A John Fante, el mejor escritor de los últimos dos mil años. No necesitaría ni pensarlo.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Motivación. Donde hay motivación hay lucha, y donde hay lucha siempre se abre una rendija de esperanza.
¿Y la más peligrosa?
Resignación.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
¿Solo una vez?
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Soy apolítico. No veo la tele y nunca he votado a nadie, entre otras cosas porque no me gusta que me manipulen ni perder el tiempo.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
No sé, tal vez médico.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Soy una persona impaciente, y la impaciencia a veces suele jugar malas pasadas.
¿Y sus virtudes?
Me considero una persona honesta y muy perseverante.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Creo que la imagen de mi mujer y de mi hijo adoptivo, un bulldog francés llamado Quentin, observándome desde el sofá.

T. M.