viernes, 23 de enero de 2015

Entrevista capotiana a Mireya Soriano

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Mireya Soriano.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Mi casa. Es grande, con muchos espacios abiertos llenos de árboles y flores y todavía no terminé de descubrir todo lo que hay en ella.
¿Prefiere los animales a la gente?
Por lo general sí, aunque caben excepciones.
¿Es usted cruel?
Todos somos crueles en alguna oportunidad.
¿Tiene muchos amigos?
Sí, muchos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que sean positivos y solidarios.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No, nunca me ha pasado.
¿Es usted una persona sincera? 
Sí, creo que lo soy naturalmente porque no me implica esfuerzo.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Me gusta el contacto con la naturaleza, también las fiestas, recibir amigos, y bailar música dance.
¿Qué le da más miedo?
El propio miedo.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La pena de muerte.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Creo que estaría dedicada cien por ciento a mi otra profesión: soy Ingeniera de Caminos.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Caminar, a veces jugar al tenis de mesa.
¿Sabe cocinar?
Un poco.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A mi padre o a mi tío. Los dos fueron figuras muy fuera de lo común, a las que por otra parte, conocí bien.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Futuro.
¿Y la más peligrosa?
Comodidad.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Algunos dirían “centro derecha”, pero no creo en las etiquetas, ni en las derechas y las izquierdas.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Directora de cine.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Creo que no tengo vicios, je, je…
¿Y sus virtudes?
Dicen que soy generosa y amable.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
La de mis seres queridos que quedan en el mundo y la de los que me esperan en el otro.

T. M.