lunes, 9 de marzo de 2015

Entrevista capotiana a Luis García Jambrina

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Luis García Jambrina.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Un gran hotel en una gran ciudad.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero a la gente que tiene animales.
¿Es usted cruel?
Lo justo y necesario para sobrevivir.
¿Tiene muchos amigos?
Más bien pocos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Lealtad, complicidad, fraternidad.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Cada vez menos; quiero decir que cada vez tengo menos amigos que puedan decepcionarme.
¿Es usted una persona sincera? 
Si digo que no, querrá decir que estoy mintiendo, de lo que se deduciría que sí que lo soy, y, por lo tanto, estaría diciendo la verdad. Pero entonces…
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Haciendo cosas.
¿Qué le da más miedo?
Las entrevistas, los cuestionarios, los impresos que hay que rellenar.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Me escandaliza que todavía haya gente que se escandalice.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Planear grandes robos e intentar llevarlos a cabo, lo cual me parece también muy creativo.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Cortar jamón, abrir botellas de vino, levantar la cuchara bien cargada, clavar el tenedor en un buen asado…
¿Sabe cocinar?
Me defiendo, y todavía espero mejorar.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Lo tenía en la punta de la lengua, pero lo he olvidado.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Libre.
¿Y la más peligrosa?
Dios/Alá/Jehová. ¡Cuántos crímenes y abusos se han cometido y se siguen cometiendo en su nombre!
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Con frecuencia, y además me gusta mucho fantasear con el hecho.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Por así decirlo, soy un ácrata moderado.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Justo lo contrario de lo que soy.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Mis vicios son privados, por lo que no debo hablar de ellos.
¿Y sus virtudes?
Mis virtudes son públicas, por lo que no hace falta hablar de ellas.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Me vendrían imágenes de aquello que pude hacer y no hice, por falta de valor o voluntad.

T. M.