domingo, 27 de diciembre de 2015

Entrevista capotiana a Carlos Aganzo

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Carlos Aganzo.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Una casa de campo con vistas y con acceso al mar. Jardín con biblioteca.
¿Prefiere los animales a la gente?
En absoluto. Sospecho de las personas que prefieren sistemáticamente a los animales, ya que en buena parte de los casos no es fácil distinguir la diferencia.
¿Es usted cruel?
En ocasiones tengo muchas ganas de serlo. Pero me dura poco y me arrepiento mucho. La crueldad es un rasgo que detesto.
¿Tiene muchos amigos?
Pocos íntimos. Muchos en el camino de la vida. Son un gran beneficio espiritual.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Sobre todo la compasión, en su sentido etimológico: que seamos capaces de compartir las pasiones y las emociones.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Algunos sí. Otros me sorprenden cada día en el sentido contrario.
¿Es usted una persona sincera? 
En lo necesario, siempre. En lo piadoso, muchas veces no.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Amando. Escribiendo. Leyendo. Viajando. Con mi familia.
¿Qué le da más miedo?
El miedo. Su aterrador avasallamiento.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La hipocresía de los predicadores de tertulia. Y la corrupción generalizada de la sociedad.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Llevar una vida de acción, aventurera.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Ni pasear, que es lo que más me gustaría.
¿Sabe cocinar?
Nada. Pero sé mucho de cocina. Como usuario.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A Camilo José Cela.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Amor.
¿Y la más peligrosa?
Amor.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Por mis manos, nunca. Pero he deseado que se muriera más de uno. Y de dos.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
La independencia frente a los partidos políticos. Soy periodista.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Músico.
¿Cuáles son sus vicios principales?
La noche y la buena vida.
¿Y sus virtudes?
La resistencia.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Mis seres queridos en un fundido en negro… e inmediatamente el ansia de la luz no usada.

T. M.