lunes, 18 de enero de 2016

Publicación de “Observaciones y aforismos” de José Balza, en la editorial Polibea

Qué alegría me da ver alcanzado este proyecto de ofrecer uno de los mejores y más desconocidos libros de José Balza. En su momento apareció en una bonita colección de Caracas, que me obsequió el propio autor, y me pareció tal joya literaria que me lancé a tratar de publicarlo entre nosotros. Así lo había hecho con otras obras del escritor del Delta: como Percusión, a mi juicio una de las obras más importantes en lengua española del último medio siglo, y la casi totalidad de sus cuentos, en sendas ediciones en la editorial Paréntesis, por desgracia ya desaparecida.

Observaciones y aforismos ha sido un libro que ha ido creciendo durante este último tiempo, con una profunda revisión y secciones nuevas que Balza ha ido incorporando y que reflejan décadas de reflexión literaria, de visión de la vida con ojos lingüísticos. Para redondearlo, decidimos, con la complicidad de la editorial Polibea y su fabuloso editor, poner una serie de dibujos del narrador y ensayista, con un motivo común –un hombre, un libro–, que meses atrás exhibía una sala de arte de Caracas.

Me satisface muy en particular haber aportado un prólogo en el que intenté presentar a José Balza de modo hondo y emotivo, con todo el misterio y la dulzura que exhala este maravilloso ser humano al que estoy unido fraternalmente desde hace ya unos veinte años.


La editorial Polibea ofrece Observaciones y aforismos, de José Balza. Publicado en una pequeña colección en Caracas, en el año 2005, hoy aparece revisado y muy ampliado, en edición de Toni Montesinos, que se ha encargado del prólogo. El libro además está ilustrado por diferentes dibujos del propio autor venezolano –figuras masculinas esbozadas leyendo– que fueron expuestos recientemente en una sala de arte caraqueña. Los títulos de las secciones de sus breves y enjundiosos pensamientos –“El arte de observar”, “La novela como el mundo”, “Las amistades literarias” o “Pensar”, más el ensayo “Aforismo y ensayo: vínculos invisibles”– ya muestran en sí mismos los intereses y honduras en el que, como se comprueba al ver la nota inicial, es la escritura de Balza más prolongada en su conciencia artística:

“… redacté durante décadas algunas apreciaciones sobre aspectos de mi interés. Un desorden emotivo o pensado. Encuentro mis cuadernos de notas llenos de ellas. Pero me atrevo sólo a reunir aquí algunas de esas observaciones, que en ocasiones y lugares diversos, fueron imantadas hacia centros comunes. Surgieron en Jerusalén, en Cali, en Berlín, en Caracas y también en la inmensa isla del Delta, donde persiste mi corazón.”
De la nota previa de José Balza

“Un aforismo también es un lugar donde estar, una geografía indeleble. Uno lee una pequeña meditación, y la cabeza se yergue a pensar en lo leído. En el horizonte, reside el tiempo —el espacio— en que ese vino de palabras permanece en el paladar del intelecto. Y vuelta a empezar, a echar otro trago. La consigna está clara: jamás entrar en el laberinto de mentirse a uno mismo; los otros detectarán el engaño de las ideas sin salida, por lo que el aforista no puede jugar a ese pasatiempo sino orientar su ejército de ideas en campo abierto: es un honesto profesional. Quizá por ese motivo José Balza apunta en la nota previa a este libro algo sobre decir la verdad, lo que equivale a la paz de la conciencia y, sobre todo, de los recuerdos.”
Del prólogo de Toni Montesinos

«Cuánto me ha impresionado su obra.» Julio Cortázar

«Escribe desde un cruce peculiar de caminos entre la selva y la urbe, entre Platón y la telenovela, entre el Barroco y el bar de barrio, entre las afueras de la comedia cervantina y los interiores de la saga proustiana». Julio Ortega

«Autor de ejercicios, Balza ratifica con tan sobrio apelativo su permanente e incansable quehacer literario. Un quehacer definido por la búsqueda y la experimentación, alejado de las fórmulas manidas y de la retórica que las califica. No es ni puede ser un autor popular, y en su solitario desafío con las formas radica su compromiso con la escritura del porvenir.» R. H. Moreno Durán

La obra de José Balza (Delta del Orinoco, 1939) abarca novelas y cuentos, además de ensayos sobre teoría literaria, artes plásticas, cine, música y televisión. Ha sido profesor en un gran número de universidades de todo el mundo y recibido, entre otros galardones, el Premio Nacional de Literatura de Venezuela en 1991. Sus obras están traducidas al italiano, francés, inglés, alemán y hebreo, y en España ha publicado los siguientes títulos: la novela Percusión (1982, reedición en la editorial Paréntesis en el año 2010 con prólogo de Toni Montesinos), las breves antologías de relatos Un Orinoco fantasma (2000) y Caligrafías (2004), y el volumen que aúna la casi totalidad de sus Cuentos. Ejercicios narrativos (Paréntesis, 2012), en edición también de T. Montesinos.