martes, 7 de marzo de 2017

Entrevista capotiana a E. Vilarasau y M. Barderi

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Emma Vilarasau y Montse Barderi.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Emma Vilarasau (EV): Un jardín, un jardín Mediterráneo con sus lugares de sol para el invierno, sombra en verano y  un horizonte que contemplar.
Montse Barderi (MB): Un hogar: con biblioteca, piano, música, sofás para leer… rodeada de un jardín frente al mar.
¿Prefiere los animales a la gente?
EV: Me gustaría no tener que escoger, soy capaz de querer tanto animales como personas, pero si solo puedo quedarme con una especie prefiero la gente. Me gusta sentirme cuestionada.
MB: Los animales me ofrecen una relación generosa, gratuita y silenciosa que me es muy necesaria. Su incondicionalidad, absoluta aceptación es como un bálsamo… pero las personas, algunas, me estremecen, me ponen en jaque y me descolocan el alma. Con una especie me siento viva y con la otra a salvo. 
¿Es usted cruel?
EV: Creo que nunca en la realidad, algunas veces de pensamiento.
MB: La crueldad entendida como ejercer un sufrimiento gratuito a los demás no la soporto. Alguien que no sólo no sienta lástima por el dolor de los otros sino que lo provoque me resulta deleznable. Pero que no sea cruel no significa que no haya hecho daño o lastimado a algunas personas aún queriéndolo evitar.
¿Tiene muchos amigos?
EV: La verdad es que no, no tengo mucho tiempo para cuidarlos y creo que la amistad como el amor precisa de cuidados.
MB: Tengo pocos para poderlos cuidar tan bien como me sea posible.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
EV: Sinceridad, empatía, generosidad, curiosidad, honestidad.
MB: Busco el misterio. No creo en las recetas anímicas, ni en la deconstrucción del yo. No me interesa una persona que sea 70 por ciento buena, 10 por ciento culta, 5 por ciento alegre... porque podría hacer un diseño ideal, una fórmula perfecta, con un porcentaje estudiadísimo y bien podría ocurrir que no la soportara. Pero diría que es necesario que sea buena persona y que tenga intereses, una alma cultivada sobretodo a partir de cierta edad. Y a partir de esta base que surja o no el misterio.  La amistad es una afinidad sin explicaciones.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
EV: No, los pocos que tengo no me han decepcionado, la decepción surge más de la idea equivocada que uno se ha hecho del otro, mis amigas me sorprenden pero no me decepcionan, suelo aceptar a la gente como es.
MB: No, no suelen decepcionarme por dos razones: los intocables están fuera de toda duda y soy muy incondicional y del resto espero poco o nada.
¿Es usted una persona sincera? 
EV: Intento serlo, pero a veces si mi sinceridad no va a servir más que para dañar sin solución, prefiero ser cortés.
MB: Soy una persona delicadamente sincera, esto significa que miro de ser el máximo sincera posible dañando el mínimo necesario.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
EV: Me gusta trabajar la tierra, me tranquiliza, me equilibra, me satisface, es un trabajo manual, no intelectual, y la tierra siempre encuentra la manera de agradecerte el esfuerzo. Me gusta leer, desde siempre la lectura me acompaña, me gusta cocinar y adoro estar con mi gente, cuidarlos, vivirlos. No dispongo de mucho tiempo libre y la gente que quiero lo ocupa casi todo.
MB: leer, escribir, amar y aprender.  Por orden: amar, escribir, leer y aprender. Los dos últimos creo que son sinónimos. 
¿Qué le da más miedo?
EV: Perder a los seres que más quiero. La enfermedad.
MB: Durante mi juventud fue convertirme en indigente. A partir de cierta edad mi principal miedo es morir completamente sola, consciente y aterrorizada. El tercer gran miedo es no atreverme a vivir aquello sin lo cual la vida pasaría a tener un vacío constante. Esto último lo he evitado siempre.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
EV: La violencia. Nunca he podido entender ningún tipo de violencia me quedo paralizada cuando algo así ocurre cerca de mi, las discusiones violentas, los gritos, la violencia física me aterra. Siempre he confiado en las palabras, cuando estas no sirven no tengo nada.
MB: Me escandaliza la frialdad y la falta de empatía. Aunque el escándalo está relacionado con la indignación, el exalto, y el asombro y a mi normalmente las injusticias y la falta de humanidad más que indignarme, me entristecen.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
EV: De hecho no soy escritora, soy actriz, pero me aplico la pregunta. Si no fuera actriz, tal vez sería… escritora. Jajajaja.
MB: Hubiera trabajado en algo y lo más importante: hubiera sido una gran lectora, una gran espectadora de obras de teatro, una gran melómana, una gran cinéfila, una gran amante del arte... una gran diletante. Lo he sido tanto como he sabido y podido. No he sido una gran viajera, tal vez en mi último tercio de vida.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
EV: Intento mantenerme físicamente en forma, sobre todo pensando en el futuro.
MB: Sí, largos paseos y gimnasio tres veces por semana.
¿Sabe cocinar?
EV: Sí.
MB: Sí.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
EV: William Shakespeare.
MB: Marguerite Yourcenar, Maria-Mercè Marçal, Isabel Coixet, Virginia Woolf, Juliette Binoche.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
EV: Niño.
MB: Amor.
¿Y la más peligrosa?
EV: La Fe absoluta. El YO absoluto.
MB: Egoísmo y nihilismo.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
EV: Jamás.
MB: Nunca.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
EV: Soy de izquierdas, si es que eso aún significa algo.
MB: Soy feminista, animalista, humanista y de izquierdas.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
EV: Me gustaría ser “viajera”, escribir y poder vivir de lo que viera y experimentara conociendo lugares y gentes. Me gustaría conocer la libertad que te puede proporcionar no tener un billete de vuelta.
MB: Me gustaría tener una librería en un pueblo pescador, a primera línea de mar. Una librería blanca con ventanas pintadas de azul ultramar.
¿Cuáles son sus vicios principales?
EV: Soy muy celosa de mi tiempo, me gusta la soledad, mis cosas, mis libros mis plantas. No suelo salir mucho, ni cenas, ni citas siempre tengo la horrible sensación de que se me agota el tiempo. Digamos que no me gusta demasiado “socializar”.
MB: No sé por donde empezar… por ejemplo puedo ser demasiado intensa, radical y extremista. 
¿Y sus virtudes?
EV: Soy trabajadora, disciplinada, exigente conmigo misma. He conseguido, con el paso de los años, saborear los momentos pequeños, únicos y exquisitos que la vida pueda ofrecer.  
MB: Tengo sentido del humor, capacidad de trabajo y creo que generosidad aunque mis virtudes preferiría que las dijera alguien que no sea yo.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
EV: Creo, aunque no puedo estar segura ya que nadie sabe que guarda en la recamara nuestra mente, que vería a mis hijos en diferentes momentos de su vida, a mi gente, o tal vez solo intentaría respirar una bocanada más y no morir.
MB: En primer lugar mis pensamientos irían dirigidos a encontrar alguna posibilidad de salvarme. Pero si la única opción es entrar en la muerte inminente creo que intentaría decirme a mí misma: estuvo bien, lo volvería a hacer básicamente igual.
T. M.