sábado, 10 de noviembre de 2018

Entrevista capotiana a Daniel Cotta Lobato


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Daniel Cotta Lobato.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Mi casa.
¿Prefiere los animales a la gente?
No, salvo en el caso de tipos muy animales.
¿Es usted cruel?
Si me lo propongo, mucho.
¿Tiene muchos amigos?
¡Qué más quisiera!
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Buena conversación y buen humor. Y si puede ser, lealtad.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Rarísimamente. Yo a ellos sí.
¿Es usted una persona sincera? 
Casi nunca.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
No lo tengo; suelo buscarlo a machetazos para escribir. 
¿Qué le da más miedo?
La muerte, pero no tendré la mala suerte de que me toque a mí.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La hipocresía y la ley del embudo.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Ser compositor. Lo hubiera hecho mucho mejor.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Pasear, aunque soy más asiduo del movimiento de talón sobre freno y acelerador.
¿Sabe cocinar?
A las mil maravillas, pero no suelo presumir de ello.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A Lope de Vega o a Beethoven.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Desesperanzado.
¿Y la más peligrosa?
Ahora sí, en serio: bien común.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Todavía no, pero no se descarta.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Soy muy conservador de los progresos.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Si un animal, pájaro; si una cosa, mar.
¿Cuáles son sus vicios principales?
No poder ver una película sin palomitas o porquerías varias.
¿Y sus virtudes?
No solo oigo; también escucho.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
A ver si suena ya el despertador.
T. M.