El autor se dirige de este modo a quien lo lee, desarrollando un texto en verdad entretenido, estimulante y que impulsa a reflexionar. Un libro realmente oportuno, necesario, que replantea lo que damos por consabido dándole una vuelta de tuerca, como cuando el autor presenta cómo la mentira ya estaba instalada en la vida animal antes de que el ser humano pisara la tierra. En un mundo en que se ha asentado con fuerza imparable el concepto de posverdad, y en que, como decía Miguel Albero en su reciente «Fake. La invasión de lo falso» (Espasa) –donde hacía humor de altos vuelos a raíz de analizar nuestra vida cotidiana, esta vez en torno a la falsedad que inunda el mundo desde diversos prismas–, cabe cambiar la perspectiva y constatar esa mentira que habitamos de continuo.
Muñoz Rengel alude al lenguaje, a la atracción sexual, al amor y a muchos otros aspectos para demostrarnos que vivimos un simulacro de realidad, y lo hace evocando a filósofos antiguos, anécdotas literarias o argumentos de cine. En un mundo gobernado por la imagen, y por consiguiente por la interpretación que hacemos de ello, lo que tanto nos aleja de la verdad esencial.
Publicado en La Razón, 10-X-2020