Dickens fue un enemigo de la política económica y la Constitución británicas desde joven, cuando asistía a los discursos en el Parlamento como periodista y denunciaba los abusos gubernamentales tanto en su narrativa como en su actividad periodística. De ello se hace eco esta magnífica recopilación, a cargo de Dolores Payás, la cual ha elegido una serie de artículos, de entre los más de cuatrocientos que publicó en la prensa, para ofrecernos un Dickens paseante por Londres, que tanto puede hablar en un texto sobre tabernas como de estúpidas leyes, de un asilo de indigentes –“los desamparados y ancianos miserables. Los pobres de esta tierra–, o de determinadas injusticias que sufre la población inglesa. Una voz valiente y políticamente incorrecta en plena etapa victoriana, tan marcada por la mojigatería y la censura estatal, y que los políticos no tuvieron más remedio que escuchar, dada su trascendencia en el pueblo inglés.
Publicado en La Razón, 27-I-2024